Cuando el 13 de marzo de 1938, un grupo de jóvenes, liderados por los ingenieros Juan María Caicedo y Pablo Emilio Bravo, decidieron fundar un medio de comunicación escrito para Popayán, en correspondencia con la prolífera actividad cultural y literaria de la ciudad, les acompañaba el propósito de contar con un periódico que, además de registrar el acontecer de la ciudad y la región, a través de notas periodísticas y hechos noticiosos locales, regionales y nacionales, les permitiera divulgar ideas de avanzada, representadas por el ideario del partido liberal, que en aquellos tiempos enarbolaba Alfonso López Pumarejo, quien ejercía la presidencia de Colombia desde 1934, quien lideró La Revolución en Marcha, que concibió y llevó a término importantes reformas en los ámbitos constitucional, agrario, tributario, judicial, universitario, laboral y de política internacional.
Fueron años de controversias y fricciones, por las reacciones que generaron las reformas propuestas, en este contexto el periódico reafirma su nombre: El Liberal, convirtiéndose en un defensor de dicho movimiento reformista y de los consecuentes períodos presidenciales liberales: Eduardo Santos (1938 – 1942), así como el segundo periodo de López Pumarejo (1942 – 1945); fue casi una década, en la que el periódico marcó una profunda tendencia política partidista.
Situación que cambia cuando surge el Frente Nacional y el periódico, entendiendo las nuevas realidades políticas, se desmarca un poco de la línea política partidista y recoge, como elemento articulador con su fundación, el pensamiento y el espíritu liberales, ya no partidista, el cual le permitió ser más abierto, encontrando en él espacio las distintas corrientes ideológicas y políticas, pero manteniendo siempre su interés y preocupación por la ciudad y la región, constituyéndose, poco a poco, en un patrimonio editorial de los payaneses, que siempre esperaban al desayuno el periódico para enterarse del devenir local, regional y nacional.
Desde un comienzo el periódico ha tenido que sobrevivir por las condiciones económicas que le han acompañado, pero siempre contando con personas, como Juan María Caicedo, que nunca lo abandonó en este aspecto, logrando, no solo mantenerlo, sino posibilitándole desarrollos importantes como la adquisición de una sede propia y de una infraestructura para imprimir el periódico, pero los altos costos de producción y la falta de visión empresarial, llevó a que Vanguardia Liberal capitalizara el periódico, como mayor accionista, y pusiera todo su experiencia y capacidad en los negocios de esta naturaleza para generarle sostenibilidad a futuro a El Liberal, vinculación que duró relativamente poco y el mayor accionista, se vio precisado a liquidar la empresa ante su constante crisis económica.
Por fortuna un grupo de payaneses, entendiendo la importancia de mantener este esfuerzo editorial, por considerar que no podía desaparecer este patrimonio de los payaneses, optó por enfrentar esta adversidad y creó, en poco tiempo, El Nuevo Liberal, el que con recursos frescos, a través de aportes modestos de un importante número de accionistas, recoge las banderas, las que hoy todavía siguen ondeando a pesar de las dificultades económicas y financieras, porque ha prevalecido en ellos más el interés y compromiso por tener una rentabilidad social por encima de la rentabilidad económica.
Cuestión que se vio amenazada por la pandemia, lo cual obligó a los Directivos del Periódico a repensarse para poder seguir haciendo parte del devenir diario de nuestros suscriptores, lectores, anunciantes y la ciudadanía en general, logrando mantener vivo El Nuevo Liberal dando un salto hacia la virtualidad, aprovechando los avances de las tecnologías de la información y las comunicaciones y el contexto de aislamiento obligatorio en que nos encontrábamos, ya que el recibir el PDF de manera gratuita, los hogares encontraron en el periódico un “acompañante” diario, lo cual nos gratifica. Son 83 años los vividos por El Nuevo Liberal, en sus dos épocas, superando obstáculos, adversidades y vicisitudes propias de las dinámicas políticas, sociales y económicas de nuestra región, por lo que llegar a estos años no es otra cosa que la persistencia en el ‘propósito’ de sus fundadores, el cual ha sido recogido con afecto y compromiso por los accionistas, la Junta Directiva, los administrativos, periodistas, diseñadores y columnistas quienes día a día llevan el acontecer payanés y caucano, generando opinión y construyendo ciudadanía, los cual ha contado con el apoyo y acompañamiento de suscriptores, lectores, anunciantes y ciudadanía, a quienes presentamos hoy, en su cumpleaños, nuestros más profundos sentimientos de gratitud y afecto.