- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Clasificados
- Especiales
LUIS ARÉVALO CERÓN
Empezando este año 2019 tuvimos oportunidad de viajar por el sur del país; la invitación fue de mi hijo Luis Fernando recientemente doctorado en lenguas y literatura por la Universidad d’Aix-Marseille (Francia); el destino era el santuario de Las Lajas; fue la oportunidad de observar el estado actual de la vía que desde Popayán conduce hasta el mencionado sitio turístico religioso, pasando por las ciudades de Pasto e Ipiales; más de una década era el tiempo transcurrido desde la última correría por esa región; lo suficiente para los cambios que se han dado en aras de un merecido desarrollo; un prolongado túnel en la variante de la capital del departamento de Nariño constituye algo novedoso de mostrar especialmente a los turistas; se trata de una obra que llama la atención, la cual nos hizo memorizar al existente en Quito; por algo, desde hace mucho tiempo, la urbe construida al pie del volcán Galeras, hace honor a su apelativo de ciudad sorpresa.
En el trayecto entre Pasto e Ipiales nos llamó mucho la atención el avance de la doble calzada que se construye actualmente en ese tramo de unos 85 kilómetros que se recorre en 1 hora 52 minutos aproximadamente; se observan los múltiples cortes necesarios para sacar adelante el proyecto que va a favorecer notablemente el desplazamiento automotor entre las dos ciudades sureñas; se agrega el puente sobre el cañón del río Guáitara que está siendo ampliado con motivo de la doble vía, el cual constituye una obra de alta ingeniería; ante el asombro que refleja uno como viajero, todo hace concluir que en el vecino departamento existen unas fuerzas vivas dignas de admirar; a no ser por su intervención oportuna y tesonera, esa obra vial de gran envergadura no estaría tan adelantada; el gobernador de Nariño Camilo Romero Galeno y el alcalde de San Juan de Pasto Pedro Vicente Obando Ordóñez deben estar orgullosos de su gestión.
Era indispensable que volviéramos los ojos a nuestro departamento del Cauca y a su capital la ilustre Villa de la Asunción; también tienen un proyecto vial parecido, como es la doble calzada entre Popayán y Santander de Quilichao; la diferencia está en que por estos lados ni siquiera se observa movimiento alguno en ese frente; recordamos que el lanzamiento de la obra se hizo con “bombos y platillos” durante un acto especial en el parque Caldas con la presencia de quien era vicepresidente de Colombia, hace más de dos años, Germán Vargas Lleras; la cuestión está en que no se contaba con las comunidades indígenas con las cuales se requiere una llamada “consulta previa” para poder llevar a cabo los trabajos correspondientes; mientras eso sucede, parecer ser que no se puede tocar ni un metro de tierra para la construcción de la doble calzada Popayán – Santander; después de ver lo del vecino departamento del sur, quedamos sin comparación.
Comentarios recientes