Hablamos con dos de sus habitantes quienes nos relataron la situación por la que atraviesan desde el mes de mayo. Laura Rosa López Gallego, residente del sector dijo que es “un barrio nuevo con el esfuerzo de todos y de José Elías Dejoy Benavidez quien compró una finca y nos las vendió por lotes”.
De acuerdo con la señora Laura Rosa no existen para los entes gubernamentales y por lo tanto no reciben apoyo alguno. En esta área rural está el acueducto de Río Negro empresa privada comunitaria. Cuando comenzaron a levantarse las primeras viviendas la comunidad se suplía de la conexión de agua del señor José Elías “pero el acueducto de Río Negro lo multó por 4 millones y ahora está por 7 millones de pesos y por eso los entes de control deberían hacerle veeduría a esta empresa, estábamos pagando al día, nos falta legalizarnos en el Plan de Ordenamiento Territorial”, precisó la habitante.
En este lugar hay alrededor de 47 predios, 22 viviendas de las cuales 20 están habitadas, aproximadamente 50 habitantes, entre ellos varios niños y dos personas discapacitadas.
Diana Urrea es una joven madre que también vive en La Dorada, dijo que no tienen una gota de agua potable salvo la que les dio el pasado domingo los Bomberos de Popayán luego que hicieran una petición al organismo de socorro. “Para las labores domésticas sacamos agua de un nacedero con guadua, lo hicimos con mingas y trabajo comunitario desde hace un mes y el domingo vamos a ampliar el pozo para tener más agua que ya se queda corta por tantas personas”.
Además, en esta zona, tienen prestación de la energía provisional y por esas necesidades seguirán luchando como comunidad para sacar adelante su sector.