Si el Estado puede, porque no hacerlo
NELSON EDUARDO PAZ ANAYA
El mal llego cuando el mundo, tiene demasiadas inestabilidades, que afectan la situación interna de los países con mayor fuerza, la economía sigue dependiendo del precio del petróleo y este no se somete a las conocidas leyes del mercado sino que funciona como instrumento de retaliación política o de presión en determinado momento.
Los Estados Unidos, agenciaron como su estrategia de expansión la globalización y condicionaron los tratados de libre comercio a sus supuestas ayudas, mientras acababan la competencia de poblaciones enteras del llamado tercer mundo, dejando a sus productores sin economía, sin fronteras para los productos, con muros para la gente.
En Europa, Inglaterra se separa de la Unión Europea, bajo la oferta de un discurso nacionalista, inentendible, para un Nación fundamental en esta alianza.
Rusia, cada día demuestra su interés en recuperar en el mundo el antiguo poder de la URSS, con la actitud desafiante frente a todos sus competidores, y participa de la geopolítica mundial, con el petróleo como instrumento.
El oriente medio, continúa con las causas y consecuencias, proyectadas por las potencias desde todos los tiempos, envueltas en la religión, el petróleo,
el comercio mundial de armas, y la ubicación territorial de poblaciones en busca de sus respectivas autonomías.
La China, aparece demostrando al mundo como la combinación de su sistema comunista en la estructura de su gobierno y privado en la organización empresarial funciona; lo indescifrable es como incidirá en los países de América, se supone igual que todos los imperios.
Las resientes manifestaciones en varias naciones de América, exteriorizan ya no la lucha de izquierdas o de movimientos subversivos, es la clase media y el empresariado nacional, la universidad, el campesinado, que sienten el desplazamiento de la comercialización trasnacional, sin ninguna protección, y una juventud sin espacio y sin futuro.
En estas condiciones, llega el coronavirus, obliga estos días de meditaciones, mejor diría de tantas reflexiones, más allá de las preguntas a nosotros mismos, que acosan y molestan; quedan en el aire, ahora limpio de polución, las que aparecen de los sorprendentes anuncios del estado, que dejan flotando la pregunta y porque no se había hecho antes.
La crisis ha obligado la cadena de anuncios, y de pronto están bien, se han advertido medidas que buscan corregir los desatinos de muchos sectores que actúan por fuera de la normatividad y además en claro atropello a los derechos de la población, el aprieto ha obligado los metan en cintura.
La premura ha demostrado la debilidad del Estado Colombiano, en casi todas sus estructuras, que tal Colombia en una guerra, como algunos desearían con los vecinos, si algo tan elemental como los tapabocas se escasearon, sino hay camas para atención de cuidados intensivos, si cada situación acarrea una improvisación.
Se sabía el sistema de Salud, era insuficiente, porque se lo han robado, pero lo que no se conocía era que su precariedad fuera de tal extremo, como se deduce de las manifestaciones del Ministro de Salud.
En donde queda la cacareada eficacia de las privatizaciones, tan defendidas por los apóstoles del neoliberalismo, acaso no ha sido al sector público al que le ha correspondido salir con Presidente a la Cabeza, a enfrentar la pandemia y a pedir a la población sacrificios?
Las políticas públicas, impuestas por la presión de las trasnacionales, de varios países, el consumismo improductivo, han impedido el desarrollo de la industria nacional, perplejos nos dejaron los Antioqueños, cuando su Universidad, anuncio la fabricación de respiradores con precios con diferencia por unidad de ochenta millones de pesos, un triunfo y una vergüenza nacional.
Despierta manifestaciones de gratitud, la labor de las universidades, los médicos, enfermeros, paramédicos, auxiliares, todas las personas con actividades de la salud, los cantos y los aplausos a determinadas horas emocionan tanto como el himno nacional en la distancia, todo lo cual, incluye el mensaje de claridad y concientización , que acompaña el aislamiento.
En medio de la gravedad del momento, la administración, trata en un esfuerzo supremo de responder, pero es claro, la actuación del Presidente lo ha de llevar en su angustia, a tener claridad de que es necesaria una modificación inaplazable del modelo imperante, sus presentaciones incluyen el mensaje de que el estado si puede, cuando existe la voluntad para hacerlo.
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