OLMEDO GUACA TIMANÁ
Con motivo de la detención del señor Álvaro Uribe en el Ubérrimo, a manteles y con todas las comodidades, dando entrevistas y manipulando como solo él lo sabe hacer, el presidente Duque sale en su defensa erigiéndose como el abogado más perito en la materia y con todo su poder hasta emitiendo los graznidos de los otros diciendo que es urgente una reforma política, para lo cual como jefe de Estado no debe prestarse solo para tener contenta a la jauría que cuando los tocan piden cambios de justicia a su modo. Además, cuando las voces le dicen que es presidente y no abogado, y que debe tener respeto por las instituciones y la división de poderes, responde que habla como un ciudadano común y corriente.
Fresco señor presidente, usted con sus defectos y virtudes, que no son muchas, según dicen las encuestas, si no hay asesores que le hagan caer en la cuenta, recuerde que usted no es un ciudadano común y corriente, usted es nada menos el presidente de los colombianos, así parezca que obedezca solamente a un grupito que cada día lo viene ahorcando y acorralando más si no cede a sus mezquinas pretensiones burocráticas, económicas y de poder, Pero fresco, usted es el presidente y seguramente que a partir de hoy seguirán queriendo manosearlo más a su gusto y Dios lo ilumine para que aproveche que el presidente eterno lo tienen quieto y lejos para que gobierne usted a manos y cerebro lleno.
Fresco, deje esas ideas de reformas incoherentes y desfasadas y en vez de perder tiempo el cual ya no hay, aproveche para estos dos años que quedan diseñar y proyectar cambios sustanciales, profundos que requiere nuestra querida Colombia ante tanta inequidad, injusticia, desigualdad en todos los órdenes empezando desde las necesidades básicas. Visite los pueblos diversos de la otra Colombia, sin agua, sin carreteras, sin energía, sin internet, esa Colombia en donde los cultivos ilícitos son el motor de la violencia, del asesinato de líderes sociales. Emule la mano firme, pero sin falsos positivos, imponga la autoridad. Tenemos la policía y nuestro ejército más fuerte, con mayor tecnología y desarrolle políticas de entendimiento y colaboración entre el pueblo rural y nuestras fuerzas armadas, esas de a pie, esas que le ponen el pecho con patriotismo, no las de los arriba, la de los torcidos y que viven en casinos y llevan una vida social a plenitud. Pero si nuestras fuerzas armadas van con la sociedad seguro que llegaremos a buen puerto.
Fresco señor presidente, no se desgaste en defender a quien tiene el poder y los medios para hacerlo, limítese a gobernar para los colombianos, mucho menos a hacer reformas que no serán posibles porque la gente del común ya no come cuento y la última encuesta rechaza a su patrón, incluyendo Antioquia y eso de que entraríamos a una guerra civil, a un descontrol social si el gran colombiano lo detienen es cuento de unos pocos fanáticos de cuello blanco y seudoperiodistas con un pasado y presente no muy diáfano.
Mucho mejor ahora que Uribe mostró su talante, su verraquera, frentero como él mismo, como siempre lo ha sido, porque tuvo los pantalones de pedir que la Corte que lo investiga haga público todo su proceso, Ojalá esta Corte demuestre con pruebas no solo este proceso que es el de menor envergadura, y desempolve los otros 17 que él tiene y muestre, como lo pide el senador, las pruebas de los falsos positivos, sus relaciones con los narcos, con los paras, con las chuzadas, sobre los despojos de tierras, sobre delitos de lesa humanidad que le endilgan. Entonces si tiene razón el senador, un juicio justo, que le demuestren las pruebas, se entienden que en justicia es con pruebas y en este caso que sean públicas ha pedido del senador hoy con detención en su inmensa finca.
Fresco señor presidente, le dieron papaya para que deje huella, para que oriente el buque a buen puerto. Los colombianos tenemos derecho a soñar con los cambios que se requieren, quedan solo dos años y hay que aprovecharlos, de lo contrario no sé cómo pasará a la historia.
Se oye 01: La gente del común cree que es un mal chiste el del alcalde de Popayán el solicitar abrir el aeropuerto cuando en Bogotá está la pandemia albortoda en su máxima expresión y Popayán no cuenta con lo necesario en caso de un contagio inmenso. Olvidó por qué lo enjuiciaron a él al llegar con el virus del exterior, vía aérea. Esperamos que no le hagan caso y sean más sesudos allá.
Se oye 02: Hay preocupación porque muchas obras de infraestructura de colegios de Popayán y el Cauca se paralizaron desde diciembre del año pasado. ¿Alguna entidad puede dar razón?