ALVARO ORLANDO GRIJALBAA GÓMEZ
Viaja a la gloria de Dios, un Payanés Grande y Eminente, -Cruz de Belalcázar- Guillermo Alberto González Mosquera, con su noble corazón cubierto de medallas, reconocimientos y títulos, todos los que la democracia otorga a sus mejores hijos.
Militante y dirigente del Partido Liberal, Ingeniero Civil, hombre de las más altas calidades humanas, emprendedor por naturaleza, animoso y fuerte guerrero en plaza pública, conciliador gallardo y valeroso impulsador de paz y bienestar social, así lo indican los cargos públicos que ocupó durante su brillante y fructífera vida pública, el único que quedó debiéndole la democracia colombiana, fue la Presidencia de la República, todos los demás los desempeñó con lujo de competencia y sobradas capacidades, que lo señalaban con la preparación requerida para dirigir al ejecutivo colombiano; su paso por la administración pública, desde muy joven, fueron grandes oportunidades que aprovechó muy bien para demostrarlo, y así fue.
Nos conocimos con Guillermo Alberto, cuando fue Rector de nuestra Universidad del Cauca, a sus 27 años de edad, el Rector más joven en la historia de la Alma Mater caucana, nosotros empezábamos apenas la carrera de Derecho Ciencias Políticas y Sociales, éramos primíparos.
Estuvo durante tres años al frente de la Universidad, entre 1968 y 1971, para de allí pasar a ser el Director Nacional de Acción Comunal de 1971 a 1972. Luego va al Viceministerio de Educación Nacional (1972-1973), a sus 31 años abriéndose así grandes espacios en la administración pública nacional.
Fue un hombre de aspiraciones, que lo llevaron además a ser Concejal y Alcalde de Popayán, Rector de la Universidad del Cauca, Representante a la Cámara, Senador de la República, Secretario de Asuntos Agrarios del Partido Liberal, Presidente de la Comisión de Diálogo Nacional en el Gobierno de Belisario Betancur, Miembro de la Comisión de Paz, en el Gobierno de Julio César Turbay Ayala, Secretario de Obras Públicas del Cauca, Gerente Nacional de la Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero, Presidente del Banco del Estado, Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ministro de Defensa Nacional, Embajador en Brasil y Venezuela, Delegado del Ministerio de Relaciones Exteriores ante las Naciones Unidas con sede en Ginebra, Gobernador del Departamento del Cauca, Director y columnista de nuestro Diario el Liberal de Popayán, Fundador y alma del Congreso Gastronómico Nacional e Internacional de Popayán y Presidente del mismo, convertido en la segunda actividad más importante después de la Semana Santa, por su capacidad de convocatoria, entre otras destacadas actividades que realizó.
Se distinguió por ser un payanés que amó siempre su Ciudad, y luchó por hacer cosas buenas para ella, desde la política, la academia, el gobierno, en donde estuviese, Guillermo Alberto, invariablemente tenía puesto el pensamiento en su romántica y hermosa Popayán, a la que entregó gran parte de su fructífera existencia.
Destacado como excepcional líder político del Poder Popular, convincente y serio en sus compromisos con las comunidades, carismático y amable; compartimos en nuestro hogar muchas veces en reuniones y encuentros sociales y políticos; excelente orador por su facilidad de expresión, amante de las bellas artes y las letras, gran propulsor de la cultura en el Departamento, prolífico escritor de impecable estilo, deja varias obras en diferentes temas; su exquisita cultura, su agradable conversación eran cualidades de su egregia personalidad que indefectiblemente le acompañaron.
La partida de este brillante e ilustre payanés genera tristeza y nostalgia, porque hombres como él, que dejan huella de su trasegar vital dentro de la sociedad, por sus obras, son los que se necesitan para construir y consolidar las democracias.
Cuando fue Gobernador del Departamento del Cauca, tuve la honrosa oportunidad de acompañarle como su Secretario de Gobierno, gracias a la gentil y generosa invitación que me hiciese para formar parte de su gabinete, como cuota personal de él; fue una gratificante experiencia que me permitió al mismo tiempo, por designación suya, ser Gobernador del Departamento en varias oportunidades, en calidad de Encargado; trabajamos de la mano y en gran armonía para sacar adelante grandes proyectos que el propuso en beneficio de las comunidades caucanas.
Desde aquí, expresamos nuestros más sinceros y afectivos sentimientos de solidaridad y cariño, en estos momentos de indecible dolor y tristeza, a sus queridos hijos: Luisa Fernanda, Natalia, Enrique, Juan Manuel, a su hermana María Alejandra, nietos, nueras, familia y amigos, en la seguridad que el espíritu de Guillermo Alberto, seguirá guiando sus pasos.
Sobre la egregia figura del amigo, rosas y claveles rojos de afecto y gratitud. Descansa en paz querido y siempre recordado Guillermo Alberto.