Se pensó que el Cauca tendría una inversión adecuada pero no fue así

NELSON EDUARDO PAZ ANAYA

Magister. Consultor

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Toda la nueva literatura de la historia de Colombia, se enfoca en mostrar como el crecimiento regional ha estado paralelo al auge de la agricultura, la industria, el comercio, los servicios y el turismo, siempre apalancados estos procesos por la inversión direccionada del presupuesto nacional, como acción de los grupos de presión.

De esta manera, el café, el petróleo, el plátano, la minería, el azúcar y la ganadería fueron incidiendo en el desarrollo del País, aun con dificultades y con hechos lamentables, pero así creció Colombia.

El café tuvo relación directa con el desarrollo de Santander del Norte y Santander y parte de la Costa Caribe, por la construcción de las líneas férreas, para su exportación; en Antioquia, el Viejo Caldas y aun Cundinamarca, la bonanza cafetera, impulso el desarrollo industrial de artículos para la agricultura, que a su vez generaron la presencia de otros sectores, como los textiles, las confecciones, activando espirales de desarrollo que demandaron autopistas, barcos, locomotoras, aviones, radio y televisión, servicios y bancos.

Más adelante y por diversas razones, los departamentos conocidos como el Eje Cafetero, Caldas, Quindío y Risaralda, apoyados en la inversión nacional y los ahorros del café, incursionaron en el turismo, la industria y los frutales.

En el Cauca, pese a ingentes esfuerzos, la caficultura tiene dificultades, de un lado por los altos costos de los insumos y de otra por el minifundio asfixiante que encierra su crecimiento, ahora solo en la expectativa de los cafés especiales, soportados en modelos agroecológicos de producción.

En el caso de la caña de azúcar, con una grande extensión de su cultivo en el norte del Cauca, desafortunadamente su incidencia la absorbió el departamento del Valle, por la proximidad de la Ciudad de Cali, como igual sucede hoy con la industria propiciada por la Ley Paez de incentivos tributarios.

Del petróleo solo ahora, después de algunas exploraciones en La Bota Caucana, se participa de sus rendimientos por razón del Nuevo Sistema de Distribución de Regalías, que amerita comentarios más profundos y específicos.

El cultivo del plátano en la Costa Caribe, después de 1.910, se convirtió en producto de exportación, por la presencia de la United Fruit Company, monopolio estadounidense, cuya posición con los trabajadores provoco una huelga general en la región, ocasionando más de trescientos trabajadores muertos, acción conocida como “La Masacre de las Bananeras”, que motivo la intervención del Congreso de la Republica, a través de la inspección y posterior pronunciamiento de Jorge Eliecer Gaitán, en los tiempos del inicio de la violencia y después de inspiración para la obra Universal del Novel de Literatura Gabriel García Márquez.

La minería, razón económica de la época de la Conquista y la Colonia, no dejo sino su triste referencia, el estado no ha podido diseñar políticas públicas, que reconviertan la riqueza del subsuelo en posibilidad de desarrollo para estos territorios; por el contrario, ha sido origen de corrupción y de explotación ilegal que aumenta la violencia, de tal forma que en los últimos cien años, no hay una muestra cierta de su aporte al progreso regional.

De la tradición de la hacienda colonial, se heredó la vocación de los pobladores por la ganadería, instalada con esfuerzos; su “Fondo Ganadero” llego a disponer de más de trece mil quinientas cabezas de ganado para su fomento, sin embargo desapareció sin que hasta ahora se den las correspondientes razones.

Aquí las responsabilidades se diluyen, tampoco se aclaró que paso con la firma exportadora COFRIAL, que si bien es cierto tenia origen particular, también lo era que utilizaba un bien público, el matadero; que en su quiebra además, acabo con las empresas de construcción, comerciales, agrícolas, y de ensamblaje, vinculadas con la Ferretería Argentina, muestra del esfuerzo regional. La ganadería desaparece y así las inmensas posibilidades de sus actividades derivadas.

La producción agropecuaria, no logra utilidades, aun sin considerar el costo de los factores de producción. Se pensó con la firma de Los Acuerdos, que procesos como el de la sustitución, serian instrumentos que rescatarían la producción en el Cauca, sembrando paz y bienestar, pero nada se dio y hoy la situación es tan difícil, que ha tenido que actuar el propio Defensor Nacional del Pueblo.

Con otros cultivos, flores, piñas, fiques, aguacates, moreras, algodones, cacaos, chontaduros, yucas, papas, espárragos, hortalizas, verduras, frutas, y algunos muy nuevos como las orellanas y la mariguana, en espera hasta que todo pase al olvido.

El Ministerio de Agricultura, según informes invirtió en el País, en los últimos cuatro años, más de diez billones de pesos, se pensó esta región, no porque el Ministro fuera de esta Tierra, sino por el marginamiento que ha tenido de las grandes inversiones nacionales, por las condiciones tan precarias que se heredaron del siglo pasado, con pobrezas y violencias, tendría una inversión adecuada, pero no fue así.