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Por: María Alexandra Méndez Valencia
Especial para El Nuevo Liberal
A los cinéfilos les encantan los actores versátiles, y el galés Christian Bale es uno de ellos, porque ha encarnado a los personajes más extraños, solitarios, difíciles e inhabituales a lo largo de su carrera actoral.
A los ocho años ya estudiaba y hacía teatro codeándose con figuras como Rowan Atkinson (Mr. Bean), y luego a los trece, nada menos que Steven Spielberg puso los ojos en él para que interpretara al conocido James “Jamie” Graham en “El Imperio del Sol” en 1987, película con la que Bale recibió excelentes críticas por su desempeño, lo que produjo que comenzara a correr el rumor que el actor sería una gran promesa.
A este actor si hay algo que le sobra, aparte de dinero son los papeles notables que ha interpretado durante su vida, haciendo de él uno de los más reconocidos de la cinematografía mundial; algo que consiguió metiéndose en la piel de personajes que pocos actores se atrevían a interpretar, pero a Bale se le conoce también, porque siempre fue por más. Esa forma de trabajo ya lo ha llevado a ganar un Oscar por “El Peleador”
Como Dick Cheney
Él ha demostrado con creces ser uno de los actores más camaleónicos de su generación.
Está dispuesto para conseguir el perfil exacto de sus personajes. Su reciente premio en los Globos de Oro por encarnar a Dick Cheney, más allá de su interpretación del influyente Vicepresidente del mandato de George W. Bush entre 2001 y 2009, es un premio a una perfecta transformación física. Bale aumentó casi 20 kilos y se sometió a varias horas de maquillaje para adquirir el aspecto del poderoso político protagonista de “El Vicio del Poder” o el “Vice”, catalogado como el más poderoso en la historia de ese país, tanto que muchos afirmaron, y con razón, que en realidad ejerció como presidente en la sombra.
Para convertirse en Cheney se sometió a una dieta rica en azúcares. “He comido muchos pasteles”, ha reconocido el actor. Actualmente ya ha perdido unos kilos y espera no volver a ganarlos. Aunque se ha prometido a sí mismo, no alterar nunca más su peso por exigencias del guión. Sin embargo, sabe que si el reto le interesa de verdad hará lo que sea por conseguirlo.
Lo ha demostrado en más de una ocasión. No es la primera vez que Bale se somete a un cambio tan radical. En 2004 perdió 30 kilos para dar vida al cojo insomne de “El Maquinista”, y después se apresuró a ganar músculo para encarnar a “Batman” a partir del 2005, en la trilogía dirigida por su compatriota Cristopher Nolan.
No porque no hayamos visto antes su capacidad para transformarse, que también es además, su enésimo cambio radical, Y que en esta ocasión, se parece de tal forma al ex vicepresidente de Estados Unidos, que hay quienes se preguntan cuándo Dick Cheney se convirtió en actor porque el mimetismo ha dejado con la boca abierta a todos y sigue asombrando al mundo, porque con sobrepeso, menos pelo, cara más redonda y gafas con montura de metal, se involucró en un drama político con tintes de comedia, que lleva la firma de Adam Mc Kay. El reparto lo complementan otros talentosos actores como Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell y Bill Pullman.
En los ocho años que fue la mano derecha de George W. Bush destacaron sus iniciativas contra el terrorismo global, que incluyeron tácticas de espionaje, la invasión de Afganistán y después Irak. Además, Cheney incorporó el “programa de interrogatorio mejorado” que se basaba en el uso de el “submarino”, una forma de tortura que introduce la cabeza del detenido en un tanque de agua u otros fluidos.
La trama de la cinta narra la historia jamás revelada sobre cómo Dick Cheney, un callado e inquisitivo burócrata de Washington, que ejerció silenciosamente un inmenso poder con consecuencias para su país y el resto del mundo que aún se dejan sentir hoy en día.
De obtener el Oscar a “Mejor Actor”, Christian Bale se convertiría en el cuarto actor británico en ganar en esa categoría en la última década, ya lo habían hecho Colin Firth, desempeñando el rol del Rey Jorge VI en “El Discurso del Rey” 2009, Eddie Redmayne como el científico Stephen Hawking en “La Teoría del Todo” 2012, Gary Oldham en el papel del ex primer ministro de Gran Bretaña Winston Churchill en 2018. Aunque este mismo actor ya había ganado la estatuilla en 2010 por su papel en “El Peleador”.
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