Cayo Betancourt
Las personas han enfrentado una cantidad de adversidades durante el año, muchos perdieron sus empleos, otros tuvieron reducción de los ingresos, incluyendo el estrés causado por la incertidumbre respecto al futuro económico y sanitario.
La resiliencia es la capacidad de recuperarse de un evento adverso y continuar adaptándose a los cambios. Esta capacidad genera crecimiento personal, lo cual implica que los siguientes eventos serán afrontados de una manera diferente, evitando que las personas se derrumben frente a estos. Una persona resiliente, es capaz de controlar el curso de su vida, enfrentar las adversidades de una manera diferente, donde los miembros de su familia y equipo lo acogen de una manera distinta.
Es importante evitar personas negativas, cuando existen situaciones adversas, es requerido el apoyo para tener un punto de vista diferente, claro y sin compromiso. Los comentarios sin fundamento, que generan estrés emocional y no ayudan a solucionar el inconveniente, deben evitarse. La Asociación Psicológica Americana (APA por sus siglas en inglés), indica que se deben priorizar las relaciones, especialmente aquellas empáticas, indicando que no se está solo en medio de las dificultades.
Además, Psicología Hoy indica que se pude desarrollar resiliencia a través de la regulación de las emociones y la habilidad de ver las situaciones adversas como un evento positivo con un resultado diferente al esperado. El Centro para el Desarrollo de los Niños de la Universidad de Harvard, indica que el factor más común para los niños que desarrollan resiliencia es al menos una relación estable y comprometida con un padre, cuidador u otro adulto que los apoye. Debido a esto, los educadores y la familia deben apoyar el desarrollo de la habilidad, evitando formar individuos en burbujas, aislados de la realidad, al enfrentar retos, se vean frustrados por su inhabilidad o incompetencia para manejarlos.
La comunicación es esencial para la salud mental, especialmente en momentos críticos de la vida, donde se requiere apoyo y opinión sobre las diferentes opciones para solucionar un evento. Además, las personas que guardan sus emociones son más propensas a sufrir efectos emocionales adversos. Sin la posibilidad de tener una visión amplia del problema, la solución propuesta con una vista parcial podría no cubrir todo el espectro, generando un resultado parcial o un resultado que no es sostenible en el tiempo.
Una persona resiliente conoce sus límites y se enfoca en los puntos que puede controlar, piensa de manera clara y evita abrumarse por los acontecimientos. Debido a esto, están enfocados en sus habilidades y como pueden paso a paso solucionar un problema a la vez. Evitando la especulación sobre los eventos, preguntas como ¿Qué hubiera pasado sí? no ayudan a solucionar el problema, generan rumiación de los eventos en un ciclo que produce estrés mental.
La resiliencia no elimina el estrés o las situaciones adversas, por el contrario, las personas con esta habilidad son capaces de percibir la vida con diferentes perspectiva, no completamente blanca o negra. En realidad, en una escala de grises con diversas opciones y resultados de acuerdo con las decisiones que se tomen en un momento oportuno.
Muchas personas son resilientes en un aspecto, profesional, emocional, financiero, etcétera, pero fallan en otros. Por lo tanto, un factor importante para su desarrollo es conocer cuales requieren mayor atención y trabajar en estos. Una vez superada la crisis, es necesario analizar los eventos, su causa y cómo se manejó el incidente, para entender que puntos fueron positivos, cuales requieren mayor atención en el futuro y sortear eficientemente los próximos eventos.
Es importante ser positivo, crítico respecto a las situaciones, y entender que eventos negativos se presentarán en el transcurso de la vida. Algunos podrán cambiar los planes o afectar drásticamente el futuro. Actuar a tiempo, pedir ayuda y escuchar es necesario para evitar problemas emocionales que nublen la capacidad de tomar decisiones.