En lo nacional:
1) En importantes ciudades capitales donde el nivel educativo es mayor triunfaron candidatos cívicos inscritos por cédulas, demostrándose que la gente quiere un cambio. Esto es refrescante sin dejar de advertir que lo anterior va en desmedro de los partidos los cuales cada vez representan menos, asunto grave pues fácilmente se puede caer en los cultos a las personas y no a procesos, desembocando en regímenes anti democráticos cuyo fin es perpetuarse en el poder independientemente de su ideología.
2) Bogotá acertó al elegir a quien para mí es el político más importante que tiene Colombia, Enrique Peñalosa. Cali, Medellín y Bucaramanga eligieron también candidatos cívicos e independientes que auguran mejores tiempos para esas ciudades.
3) Es dañina la actitud tomada por los medios de comunicación nacionales respecto a la izquierda. Me explico: Ser de izquierda no significa ser mal gobernante y de eso hay muchos ejemplos. Tampoco es sinónimo de corrupción, esta conducta es una decisión de las personas independiente de su ideología, lo hecho por Samuel Moreno, es su responsabilidad. Ahora bien, tan injusto es meter a todos los que tienen un pensamiento de izquierda en el mismo saco y como hinchas de la guerrilla como lo es también que los radicales de esa ideología metan al resto de los ciudadanos como de derecha proclives al paramilitarismo aduciendo un vetusto discurso sobre la oligarquía.
En lo local:
4) Es esperanzador el triunfo arrollador de Oscar Campo y César Cristian Gómez pues votaciones tan altas les otorgan la suficiente independencia para que trabajen durante los próximos cuatro años en cumplir sus promesas de campaña.
5) Preocupante la espiral de gastos en que se ha convertido hacer política en el Cauca, pareciese que la única manera de llegar a ser elegido en algunas dignidades fuera proporcional al dinero, asunto que preocupa más cuando se habla ya popularmente no de contribución para una campaña, sino de inversión.
6) Pese a que en el nivel central el Senador Luis Fernando Velasco brilla con luz propia, tendrá que replantearse la forma de hacer política en el Cauca si quiere aspirar con éxito a dignidades más altas o bien si quiere con el apoyo de los payaneses ser reelecto en el Senado o en el Concejo de Popayán. Debería considerar regresar a sus raíces cuando fundamentaba su discurso en un “Colectivo” político y no en decisiones unilaterales alrededor de su figura.
7) Lástima que las campañas se polarizaron en lo negativo y no en la contradicción de las ideas o de los programas. Se usaron todo tipo de calificativos que solo contribuyen a propagar el fracturamiento en nuestra sociedad.
8) Hubo estrategias que causaron hilaridad y en otras demostraron un total desprecio hacia la ciudadanía. Me explico. En ostentosas campañas se utilizó el argumento que “es del pueblo” y en contra de las “familias tradicionales”, sin saberse si eso correspondía al lugar donde nacieron, a sus costumbres o a su nivel económico, el cual por cierto, envidiaría cualquier príncipe. Segundo, utilizar una publicidad donde se piden hojas de vida por la llegada de unos inversionistas en textiles y “call center”, es creer que la gente no sabe que los inversionistas vendrán por lo que les ofrece la ciudad y no un político, y finalmente, el hecho político más vergonzoso lo dio el Gobernador a principios de octubre cuando al inaugurar las sesiones de la Asamblea afirmó, después de casi cuatro años de ser el jefe del sistema de salud en el departamento, que la Secretaría de Salud en el Cauca era un “nido de ratas”, lo cual supongo sin darse cuenta, autocalificó su gestión como gobernador, asunto que no quiero creer.
Comentarios recientes