CARLOS E. CAÑAR SARRIA
Primera. Un trino de Petro que señaló que: «Mientras los soldados son asesinados por el Clan del Golfo, algunos de los generales están en la nómina del Clan. La cúpula se corrompe cuando son los politiqueros del narcotráfico los que terminan ascendiendo a los generales», produjo la respuesta del comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro en redes sociales: “Senador, no se valga de su investidura (inviolabilidad parlamentaria) para pretender hacer politiquería con la muerte de nuestros soldados, más bien cumpla con su deber ciudadano de denuncia fundamentada ante la Fiscalía de los hechos que usted menciona, sea quien sea».
Estas declaraciones han sido consideradas supremamente graves por la presunta participación en política del comandante del Ejército, lo cual tiene inquieta a la opinión pública nacional mientras la Procuraduría anuncia abrirle una investigación. Hecho que de ser comprobado por las instancias investigadoras, el general Zapateiro estaría conculcando la Constitución Política.
El Artículo 219 de la Carta Política concibe: “La Fuerza Pública no es deliberante; no podrá reunirse sino por
orden de autoridad legítima, ni dirigir peticiones, excepto sobre asuntos que se relacionen con el servicio y la moralidad del respectivo cuerpo y con arreglo a la ley. Los miembros de la Fuerza Pública no podrán ejercer la función del sufragio mientras permanezcan en servicio activo, ni intervenir en actividades o debates de partidos o movimientos políticos”. No faltan voces de apoyo al general, pero también de quienes piden su renuncia o destitución; ha salido nuevamente a flote el episodio de hace dos años, cuando lamentó profundamente la muerte de Popeye, considerado uno de los peores criminales de la humanidad.
Venimos hablando de la necesidad de la idea del perdón y reconciliación entre todos los colombianos, no obstante, la referencia de Zapateiro por la muerte de Popeye, no dejó de sembrar escozor, así haya estimado posteriormente, que fue la suya una lamentación humanitaria.
Segunda. Según reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría
(CNC) para SEMANA, Gustavo Petro puntea la favorabilidad del voto tanto en primera como en segunda vueltas. El candidato del Pacto Histórico obtendría el 38% de los votos en primera vuelta, Federico Gutiérrez tendría un 23,8%. Rodolfo Hernández con un 9,6%, y Sergio Fajardo con 7,2%. Petro, sin tanta valla ni propaganda – como tiene Fico en todo lado- sigue llenando las plazas públicas en sus correrías por todo el país. Algunos analistas políticos coinciden en afirmar que Petro sería el próximo presidente. No obstante, la campaña de Petro debe continuar fuertemente en todos los frentes, pues en un país como el nuestro, dado a actuar por las coyunturas, hay que confiar en las encuestas pero no tanto; la verdadera encuesta será el próximo 29 de mayo. Lo que sí es bien claro es que entre más se acentúa la campaña de desprestigio contra el candidato de la izquierda democrática, lo que se está evidenciando es más favoritismo el que recibe.
Tercera. En el momento de escribir estas líneas, aún se desconoce qué camino electoral seguirá el Partido Liberal en cabeza del ex presidente César Gaviria; quien en las últimas semanas se ha reunido con los principales aspirantes presidenciales y anunció que después de Semana Santa se decidirá y para ello ha convocado a dirigentes de su partido para decidir entre Petro o Fico. El liberalismo tiene la posibilidad de reivindicarse ante el país y ante los mismos liberales, demostrar qué tanto le queda a esta colectividad de modernidad frente a las ideas de progreso, las libertades individuales y colectivas, pedagogía y materialización de los derechos humanos, la separación de poderes y la soberanía popular, entre otros indicadores, tan necesarios en la construcción de una verdadera democracia. No faltan los temores en el sentido de que apoyar a Fico, es respaldar la ultraderecha, considerada opuesta a los principios filosóficos liberales y dado ese caso , no le quedaría otra opción al Partido Liberal que cambiar de nombre, porque de liberal ya no tendría nada. Si Gaviria y sus congresistas deciden por el continuismo de un gobierno con bajos índices de popularidad como el actual, o por el contrario, contribuir con el cambio que promueve Gustavo Petro y el Pacto Histórico. Ya importantes congresistas liberales están en campaña con Petro, como es el caso del senador liberal, Luis Fernando Velasco, quien acaba de anunciar que los liberales del Huila aceptan tácitamente la plataforma programática del Pacto Histórico.
Cuarta. En debate con los jóvenes en Caracol, vimos y escuchamos a un Fico más seguro, más racional y menos pasional; mesurado, argumentativo y propositivo, lo que demuestra que las críticas que se le hicieron por sus primeros debates, con mucha atención las ha tenido en cuenta. Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo, serán definitivos a la hora de definir la segunda vuelta presidencial.