El centro de la ciudad por ser patrimonio de la Nación tiene algunas restricciones para las construcciones o reconstrucción de la infraestructura pública o privada. De allí que se deban surtir algunos permisos por parte de los propietarios de estos bienes. Sin embargo, suele suceder que mientras se legalizan estos permisos, algunas personas adelantan sus obras sin tener en cuenta lo que eventualmente se acote dentro de los permisos de construcción, haciendo que estas obras tengas que ser selladas hasta tanto no se hagan los cambios pertinentes; adicionalmente los propietarios son sometidos a una sanción y al reinicio en el proceso para autorización de construcción.
Al sellarse estas obras, los propietarios suelen dejar expuestas partes la estructura de las edificaciones que al estar a la intemperie se van deteriorando y cayendo por partes, incluso ponen en riesgo la integridad de los transeúntes. La pregunta que se hacen algunos vecinos colindantes es si esto lo hacen intencionalmente los dueños con el propósito de permitir que se caiga la estructura y así poder hacer una construcción nueva.
Otras personas advierten que por ser las sanciones tan alta e impagable, los dueños optan por esperar que pase el tiempo para eventualmente acogerse a una prescripción de la multa.
Por estas razones y otras tantas que se desconocen, es que aun existen en pleno centro de la ciudad edificaciones abandonadas o descuidadas que son una amenaza para los ciudadanos.