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Una profesora de un reconocido colegio de la ciudad, ubicado en la comuna cuatro de Popayán, terminó con una grave lesión en su mano derecha, tras ser atacada por un ‘raponero’ que se apoderó de sus pertenencias luego de abordarla abruptamente al momento en que ella salía para su lugar de trabajo.
Cuenta la afectada que el hecho delictivo se registró cuando se disponía a subirse al vehículo, conducido por su hija, con la esperanza de llegar al plantel educativo, donde labora hace más de doce años.
“Estando en la puerta del carro, aparecieron esos dos sujetos, iban en moto, entonces el que iba tras me agarró el bolso, entonces mi reacción fue sujetarlo fuertemente en medio del susto que me dio… entonces ese delincuente me empezó a clavarme como un puñal en la mano al ver que yo no lo soltaba”, relata la víctima al exponer que su la hija le gritó que soltara el bolso para que se detuviera la agresión.
Al clavarse el arma en la mano de la docente, la sangre no se hizo esperar, aspecto que la alarmó y a su hija, quienes optaron por dejar cumplir el objetivo de los delincuentes. Al ver que el sangrado continuaba, ella soltó el bolso, donde guardaba dos celulares de alta gama, memorias USB, joyas, documentos personales y dinero en efectivo, elementos avaluados aproximadamente en un millón de pesos.
Los sujetos huyeron del sitio a toda velocidad, mientras que la hija salió en ayuda de su progenitora; y al ver la lesión, optó por llevarla a un centro asistencial.
“La herida me afectó un tendón de la mano, que no me permite abrirla en su totalidad, tengo una incapacidad por esta afectación, gracias a Dios solté el bolso, de lo contrario, ese maldito me causa una lesión de mayor gravedad, porque fue que se ensañó, dejándome clavado ese puñal, fue un momento de mucho dolor y miedo”, agrega la docente luego que denunciar este hecho en la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía.
Luego de pasar los días de la incapacidad, la profesora reanudó sus labores en el plantel educativo, eso sí, luchando para superar el trauma que dejó esta situación en su vida.
“Debo venir acompañada al trabajo por ahora porque quedé con la psicosis de que me van atacar, no puedo escuchar el sonido de una moto porque me altero, es que Dios mío, no se puede ya salir a la calle, qué están haciendo por la seguridad, por nuestra integridad”, acota la profesora.
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