El veloz correr del tiempo nos trae un día luctuoso; cual es: 9 de Julio de 2017, Primer Aniversario de la sentida muerte del sincero amigo Rafael Arnaldo Martínez Latorre. Fue él la personificación de la honestidad y pulcritud; cumplidor del deber, no por mandato superior sino por convicción; lo que le ganó el respaldo de directivos y respeto de compañeros.
Estudió el Bachillerato en el Liceo “Alejandro de Humboldt de Popayán, obtuvo el título de Bachiller; ingresó a la Universidad del Cauca y se graduó como Contador Público Titulado; Ceremonia a la cual, lo acompañamos varios de sus amigos.
Como docente estuvo varios años en el Liceo Nacional de la ciudad, donde orientó las asignaturas de Contabilidad y Algebra y en el Colegio Comercial del Cauca. Apenas cumplido el tiempo requerido, se pensionó. Habitualmente recordaba, lo que llamaba “ artificios matemáticos”, como metodología de su enseñanza.
Por esta fecha hubiera sufrido, por la no clasificación de su equipo Santafé; del cual era hincha; sentía sus derrotas pero también celebraba los triunfos, sin llegar al fanatismo extremo, como se ve ahora. Gran practicante del fútbol vistoso, sin simulacros ni juego sucio. Militó en equipos, como Boca Junior y Once Copas.
Una de sus diversiones más apetecidas, fue el juego de sapo; formamos parte del “Club Lavadero”, donde acudíamos un buen grupo de amigos, como Sixto Mosquera, Pedrito Zúñiga, Jesús y Humberto Chaves, Rodolfo Hernández, Marino Paz y otros más (muchos fallecidos).Reinaba siempre la camaradería y el sano humor. Otro de sus pasatiempos, escuchar buena música. Sentía placer al oír a Alfredo Sadel, Víctor Hugo Ayala, Carlos Julio Ramírez, Camilo Sesto, Claudia de Colombia y otros de la década 60 y 70.
Otra virtud que lo acompañó; las prácticas cristianas, como la asistencia a misa dominical, tenía gran devoción por la Virgen Dolorosa de San Agustín, acudía diariamente a la novena; devoto del Amo de la Catedral, aquí se lo veía frecuentemente.
A diario paseaba por las calles céntricas de la ciudad; dialogaba con sus amigos liceístas, contadores, deportistas y muchos compañeros. Conmigo platicábamos sobre los pasatiempos de los años de jóvenes; todo esto se truncó, cuando las enfermedades empezaron a mermar nuestra salud.
De Rafael se podría decir lo que se lee en un anónimo: “Si has hallado un amigo has hallado un tesoro”.
Vimos partir con pesadumbre al leal amigo, al confidente, al solidario y servicial; son los designios divinos que hay que aceptar. Dios lo tenga en su eterno descanso.
Deseo reiterar a sus hermanas Dora, Mirna, Aida, hermanos Eugenio e Iván, sobrinos y demás familiares, en nombre de mis hermanas y mío, la más sentida expresión de solidaridad en esta hora difícil y que la Divina Providencia los asista con cristiana resignación.
Con ocasión de este 1er Aniversario se celebrará una Eucaristía en el templo de Santo domingo el día domingo 9 de Julio (2017) a las 9 y media de la mañana. La familia agradece de antemano, la asistencia a este acto religioso.
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