¿Quo vadis Popayán?

JUAN PABLO MATTA CASAS

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Antes de iniciar un año electoral, donde sin duda oiremos a los candidatos hablando lo que la gente quiere oír, vale la pena hacernos esta pregunta: ¿Quo vadis Popayán? ¿A dónde vas Popayán?

Una ciudad cada vez más fragmentada socialmente, donde cada segmento de la población se cierra en torno a su origen y se llena de prejuicios frente a los demás, olvidando la esencia de lo que debe ser una ciudad como Popayán, una ciudad abierta y cálida, una ciudad en construcción donde la visión de todos es válida y ayuda a edificar un modelo de futuro donde quepamos todos.

Popayán además de un gobierno eficaz y eficiente necesita liderazgo, liderazgo para escuchar a todos y definir en consenso para dónde vamos, de no hacerlo será como pedalear y pedalear en la bicicleta estática, nunca iremos a ninguna parte.

Debemos participar activamente en el próximo debate electoral y debemos hacerlo porque es fundamental que en la agenda pública esté la discusión impostergable de hacia dónde iremos, que todos y cada uno de los ciudadanos se cuestionen esa decisión y empiecen a aportar su punto de vista de manera pública y de frente a los demás.

Popayán necesita en su próximo gobierno liderazgo para continuar resolviendo el gran atraso de décadas en infraestructura, liderazgo para modificar todas las normas municipales ya obsoletas, liderazgo para definir una política de seguridad con cero tolerancia a cualquier expresión delincuencial, liderazgo para sancionar a todos aquellos que infrinjan las normas de convivencia, liderazgo para lograr que todos aquellos que vivimos aquí, aportemos para devolverle a la ciudad su espíritu, un espíritu amable pero combativo, que nos dé orden y consolide el camino a la prosperidad.

Una ciudad con tanta historia, con tantos laureles en su pasado, con tantas tradiciones maravillosas, es una ciudad que está obligada a tener un mejor futuro, a desarrollar y aprovechar oportunidades de progreso, a tener cada vez más bienestar en su calidad de vida, es una ciudad que debe recoger la experiencia de sus años de existencia para proyectar los siglos por venir.

Convivimos en esta tierra muchas expresiones culturales disimiles, todos los que han llegado y los que siempre han estado aquí tienen un reto alucinante, entregar parte de su esencia para aportar a un ideal común de ciudad, y ¿cuál es ese ideal?. Nadie tiene esa verdad revelada, pero cada uno tiene una parte de esa respuesta, que cada vez es más urgente encontrar entre todos.

Debemos buscar en cada barrio y vereda, en un contacto directo y afectuoso con todos los habitantes de nuestro municipio, despertar en el alma de cada uno la intención de construir juntos, el futuro de todos, un futuro feliz.