… ¿Quién pagaría el hotel?…

EDUARDO NATES

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La valiosa y valiente llegada de Vicky Dávila a la revista Semana, ha traído aires refrescantes a esta publicación, que tratan de hacer contrapeso al exagerado santismo del que ha sido odioso estandarte este semanario, durante el mandato de Juan Manuel Santos. Sus dos últimas columnas relatan situaciones críticas sobre los exabruptos éticos que caracterizaron a ese gobierno, desde la campaña de 2010, la de reelección en 2014, y su ejercicio de ocho interminables años. No por nada, está el gerente de ambas, Roberto Prieto, en la cárcel…

En la revista de la semana pasada, tituló: ‘La bomba de Cemex’; y en la actual tituló: ‘Cemex, el otro Odebrecht’. En el primer escrito explica cómo llegaron los aportes de la poderosa cementera internacional a esas campañas, transcribiendo apartes de declaraciones del exdirectivo de esa empresa, Edgar Ramírez, hoy testigo protegido en Estados Unidos. Y deja muy mal parados al exministro de Vivienda y exvicepresidente Germán Vargas Lleras, a su jefe el presidente Santos; al expresidente Cesar Gaviria y su hermano Juan Carlos; al exdirectivo mexicano de la multinacional en Colombia, Carlos Jacks, y otros personajes. En el segundo artículo aparecen nuevos protagonistas como el exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, quien, con cara de “yo no fui”, publicó un comunicado de 2 pliegos de explicaciones tan tontas que resultan ofensivas, creyendo que nos tragaremos esas frases “candorosas”. Y no contento con esta babosada, en un reportaje en la “W”, trata de sustentar que todo lo sucedido es “la feria de la casualidad y la transparencia”. Como si no se supiera que él es uno de los “sacamicas” más sumisos de semejante “avión” que es su jefe “coscorronero.” Dijo Henao, defendiéndose, que el “es técnico y no político…” (lo cual sí hay que creérselo, pues si supiera de política, como gerente de la campaña de Vargas, no habría conducido a su candidato a semejante vergüenza electoral. Si buscan en que etapa le permitieron a Cemex acreditar su experiencia con obras construidas en el país, encontrarán como entraron, y su “yo no fui” se le caerá tan duro como su segunda candidatura…

… ¡Qué casualidad que Cemex se haya “ganado” los concursos para construir más de 5.200 viviendas por valor de 229 mil millones de pesos, en 2012, cuando esta firma había aportado $200 millones a la campaña presidencial de Germán Vargas en 2010…!

… ¡Qué casualidad que del total de aportes de Cemex a la campaña Santista de reelección, por más de $2.100 millones, por lo menos $700 millones de estos hayan entrado a través del Partido Liberal, presidido por Cesar Gaviria Trujillo, y su hermano Juan Carlos haya sido el constructor adjudicatario de los “concursos” para construir vivienda en Pereira!




… ¡Qué casualidad que, en enero de 2015, en viaje de vacaciones que las familias de Vargas Lleras y de Henao Cardona hicieron a México (patria de Cemex y de Carlos Jacks), se hayan “topado” con el “pesado” de Jacks, quien se les “pegó” al paseo y les hizo “insoportable” el viaje a Puerto Vallarta… Tanto, que ni siquiera se acuerdan del nombre del hotel de las penurias y, menos aún, ¡quien lo pagó!

… Qué pesar con la compañía cementera pues, Vicky dice: “En total, Cemex obtuvo casi medio billón de pesos en contratos de vivienda en el gobierno Santos.” Mientras Henao, con una compasión conmovedora, dice: “Cemex perdió plata en esas obras…”

…Qué lástima que las prospecciones de la multinacional hayan resultado fallidas, pues invirtió mucho dinero en grandes y estratégicos aportes, porque tenía la certeza de que el reemplazo de Santos era Vargas LL. Y eso le habría permitido seguir en el baile…

…Qué maledicencia la de la gente, no creer en esas explicaciones y en la buena fe de esos prohombres…

Al final, es muy grave este lío de Cemex, pues tiene detrás al FBI, que le escribió una carta al Fiscal General de la Nación en diciembre de 2017, que este, con el “consabido sigilo” manejó; Que ya tuvo a Vargas declarando en la Fiscalía, en febrero pasado; Y que va asomando la trompa, mostrando muchas similitudes con el caso Odebrecht, mientras Santos sigue orondo por el mundo, bamboleando en su pecho la medalla del Nobel de Paz…