La diabetes mellitus es una enfermedad en donde el cuerpo no es capaz de regular la cantidad de azúcar que circula libremente en la sangre (glucosa). Esta regulación se realiza por medio de la insulina, hormona producida por el páncreas, encargada de transportar la glucosa de la sangre hasta el músculo, los depósitos de grasa (adipocitos) y otras células, en donde es almacenada y luego utilizada como fuente de energía.
En las personas que desarrollan diabetes mellitus, el páncreas no produce suficiente insulina o el azúcar se queda en la sangre debido a que carece de receptores para poder sintetizarla, estos receptores son como llaves que abren una puerta de las células, permitiendo el paso de la insulina con el azúcar. Cuando esto pasa, el azúcar se queda afuera de las células, convirtiéndose en un exceso de azúcar circulando en la sangre (el azúcar consumido + el azúcar producido por el hígado), llamado hiperglicemia y que genera la diabetes mellitus tipo 2, que por lo general se desarrolla en mayores de 29 años y en personas con obesidad mórbida (ya sean niños, jóvenes, adolescentes o adultos).
Este tipo de diabetes, se desarrolla lenta y gradualmente con el paso tiempo (en un curso de más o menos 5 años); los síntomas son leves en un comienzo, por lo que mucha gente tiene la enfermedad y aun no se ha dado cuenta, por eso, la importancia de asistir al médico para toma de laboratorios periódicos y chequeos.
– A partir de los 18 y hasta los 28 años de edad, es necesario el tamizaje de riesgo cardiovascular y metabólico si presenta alguno de los siguientes factores de riesgo: sobrepeso u obesidad, inactividad física, antecedentes familiares (padre, madre o algún hermano con diabetes tipo 2), presión alta o hipertensión, antecedentes de enfermedades del corazón o accidentes cardiovasculares, antecedentes de diabetes gestacional, malos hábitos alimenticios como bajo consumo de frutas y verduras y una dieta abundante en carbohidratos, dulces, gaseosas, enlatados y comida rápida.
– Para los 29 años de edad o más, está el tamizaje de riesgo cardiovascular y metabólico que debe realizarse cada cinco años y cuenta con exámenes totalmente gratuitos (glucosa, perfil lipídico, creatinina y parcial de orina).
Nueve signos o síntomas de la Diabetes Mellitus Tipo 2
Asmet Salud EPS te invita a memorizar los siguientes signos o síntomas de la diabetes mellitus tipo 2, para que estés alerta. Si alguien de tu familia, vecinos o tú, llega a presentar al menos uno de éstos, debe acudir inmediatamente a su centro hospitalario más cercano:
1. Sensación de hambre todo el tiempo, más de lo normal.
2. Sed constante, más de lo normal.
3. Aumenta la frecuencia con la que vas a orinar, especialmente durante la noche.
4. Visión borrosa en uno o ambos ojos y puede aparecer y desaparecer. Si la persona con diabetes no se toma y aplica los medicamentos conforme le dice el médico, la diabetes puede complicarse y producirle la pérdida permanente de la visión (quedar ciego).
5. Hormigueo, entumecimiento o dolor intenso en manos y/o pies. El exceso de azúcar daña el sistema circulatorio y nervioso del cuerpo.
6. Parches de piel oscura (como si fuera mugre o tierra) en los pliegues del cuello, la axila o la ingle.
7. Frecuentes infecciones por hongos en la piel, vejiga, riñones, boca, axilas y áreas genitales. Por lo general se acompaña de mucha picazón, enrojecimiento y dolor.
8. Las infecciones, heridas o lesiones sanan o cicatrizan muy lentamente.
9. Sentir una inusual fatiga o cansancio.
Reconocer los signos o síntomas de manera temprana, permite tener un rápido diagnóstico y tratamiento, además de la oportunidad para hacer un cambio en tu estilo de vida y controlar los niveles de azúcar en la sangre, y reducir el riesgo de complicaciones como:
* Enfermedad cardíaca, accidentes cerebrovasculares.
* Daño neurológico o neuropatía.
* Enfermedad renal o daño renal, lo que puede llevar a necesitar diálisis.
* Pérdida de la visión o ceguera.
* Problemas sexuales.
* Amputaciones de los pies o piernas.
* Muerte.
Recuerda: Cuanto más tiempo estés sin controlar los niveles de azúcar en la sangre, mayor será el riesgo de otros problemas de salud a raíz del daño que ocasiona en órganos como el corazón, vasos sanguíneos, nervios, ojos y riñón. Esta enfermedad es crónica y no tiene cura, pero está demostrado que una persona tiene la posibilidad de vivir y convivir bien con esta enfermedad, siempre y cuando se diagnostique a tiempo y continúe con su tratamiento cumplidamente. Que la diabetes no acabe con tu vida, ni te limite.