¿Qué hacen las ONG en el Cauca?

GUILLERMO ALBERTO GONZÁLEZ MOSQUERA

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La pregunta surge de la gran cantidad de extranjeros que se pasean por las calles y parques de la ciudad de Popayán sin que las gentes se aperciban de cuál es su misión y cuál su destino. Lo cierto es que una gran cantidad de personas llega a la ciudad con el propósito de establecer apoyos y ayudas para las comunidades, especialmente indígenas y afros. Como dice Salud Hernández en su columna de El Tiempo del domingo pasado, se toman la fotografía y luego desaparecen como por arte de magia.

Un indígena me relató la semana anterior que la motocicleta nueva en la que se movilizaba desde su natal Silvia hasta Popayán, era donación de una ONG europea que se la había suministrado para que tuviera un “plante” en su misión empresarial. Así hay muchos ejemplos. No se hace seguimiento a los proyectos, muchas veces inocuos, con los que se auxilia a un sinnúmero de organizaciones no gubernamentales existentes en el Departamento. La mayor parte de ellas no son productivas y están integradas por burócratas tanto nacionales como extranjeros que han encontrado allí ingresos para su plan de vida. Cuando ocupé la Gobernación del Cauca intenté indagar por los proyectos que se estaban realizando por parte de las ONG en el departamento. Nadie me dio respuesta adecuada y por el contrario encontré que se tomaban la foto y dejaban empezados los proyectos teóricos a que estaban soportando económicamente. ¿Cuál es en realidad el apoyo que en el departamento han logrado dejar estas organizaciones? Muy poco, si se examina su naturaleza y el monto de los recursos empleados.

No estoy en contra de las ONG, que las hay entusiastas y productivas, pero la mayor parte de ellas deja un mal sabor y se convierten así en apenas iniciativas de buena voluntad. Recomiendo al señor gobernador y a los alcaldes municipales, que examinen –especialmente a los municipios indígenas y afros- la tarea que se desarrolla por parte de unas ONG que solamente dejan huella de su paso momentáneo y poco productivo en el Cauca. En mi concepto, debería existir una reglamentación que haga cumplir y optimice estos recursos que luego se presentan como redentores pero no lo son en realidad. Ahora que los venezolanos caminan por las carreteras del país, es el momento de averiguar qué hacen las ONG por ellos, lo mismo que en los campamentos que el gobierno ha establecido para la desmovilización de la guerrillerada. Presumo que los resultados no van a ser favorables a la presencia de extranjeros que vienen y van sin propósito real, especialmente en las áreas rurales, por ofrecer unos servicios que no resultan en beneficio de las comunidades.

Coletilla uno: Excelente la Feria del Libro, o como se denomina “Popayán Ciudad Libro”, efectuada por primera vez en Popayán. Miles de personas circularon por los pasillos del Centro de Convenciones Casa de la Moneda para buscar unas veces un ejemplar de sus preferencias, u otras para oír las mesas redondas, conversatorios y conferencias que el programa ofrecía. Se funda así un nuevo acontecer cívico, cultural y ciudadano que se reúne como evento especial, junto a la Semana Santa y al Congreso Gastronómico.

Coletilla dos: Muy apropiado haber escogido el marco de la Feria del Libro para el lanzamiento de la obra “Platos de las abuelas: cocina tradicional de Popayán”. Se recuerda así al exministro Juan Jacobo Muñoz Delgado, quien supo reunir los platos tradicionales de la ciudad dejando huella imperecedera, no solo de su afición por la cocina, sino por la fisonomía de Popayán, que requiere eventos de magnitud nacional que ayuden a su desarrollo y competencia.