En las instalaciones de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural, Uaiin, en Popayán se adelantó un pronunciamiento por parte de presentantes del Cric, así como de comunidades campesinas y afrodescendientes.
“Tras más de tres décadas de incumplimientos por parte de la multinacional que está detrás de la represa La Salvajina, las comunidades asentadas en Morales y Suárez piden que se cumpla con las consultas previas con ellas para encontrarle solución a los impactos negativos de este proyecto energético”, expresó la líder indígena, Aída Quilcué.
Es que los líderes de la zona de influencia de la represa fueron enfáticos a la hora de denunciar los graves daños al medio ambiente en esta zona del Cauca, así como el trastrocamiento a la vida de los pobladores de la zona.
“Las comunidades perdieron su capacidad de movilización en esta área de Morales y Suárez, porque tiene que depender de que Celsia autorice los planchones y demás embarcaciones para poder salir de este lugar o para adelantar actividades básico como el transporte de alimentos y mercancías que requiere la comunidad”, indicó Deyanira Soscué, autoridad del resguardo Cerro Tijeras.
Además denunciaron que por este proyecto, muchas comunidades se vieron en la obligación de desplazarse, a raíz de la afectación a sus proyectos agrícolas y otras actividades que dejaron de realizar luego de la transformación de esta área rural.
“Nos cambiaron el curso de los ríos, dañaron montañas y el equilibrio de la naturaleza, eso ahora lo estamos viviendo, de ahí de la urgencia que la multinacional respete la ley de las consultas previas y se siente con las mismas comunidades para adelantar soluciones”, agregó por su parte César Emilio Pillimué, representante del consejo comunitario La Fortaleza.
Por eso enviaron el mensaje de que esta empresa trasnacional cumpla, de lo contrario adelantarán una serie de actividades en este territorio para hacer cumplir un verdadera iniciativa para la recuperación ambiental de esta zona, además para evitar esa ola de violencia contra sus comunidades.
A la par con este pronunciamiento, está el anunció de los dirigentes del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, de adelantar movilizaciones hacia Cali, Valle y otras ciudades colombianas, precisamente para exigir que se detenga la violencia en sus territorios.
Las jornadas de protesta se adelantarán en los primeros días de diciembre y a las mismas se sumarían organizaciones campesinas, feministas y estudiantiles, como forma de apoyar las denuncias de los comuneros y sumarse a otras exigencias, como la renta básica y la no criminalización de la protesta.