Hoy es un día especial para Popayán, hoy hace 485 años fue fundada la capital caucana por Sebastián de Belalcázar. Año a año se recuerda este hecho y se rememora que Popayán tiene un papel determinante en la historia del país, que es conocida por sus edificios coloniales encalados y por ser un centro religioso con procesiones populares en Semana Santa. Esa es la versión idílica que rememoramos cada año, pero en la actualidad, esa historia se sigue contando, mientras se le hacen grandes variaciones, con los que se puede ver que la Popayán de cuatro renombradas familias, ahora es un punto de encuentro de diversidad, generado principalmente por la academia.
Popayán para un foráneo
“La ciudad por toda su historia refleja un pasado donde se tuvo y aun se tiene dos caras de la moneda. Popayán fue importante en la época de la colonia y esa importancia pesa tanto que al momento muchas personas que viven en ella notan claramente que hay una preponderancia en términos de familias y apellidos, cosa que se relaciona con que a Popayán se le conozca como la ciudad Blanca, que para mí es algo bastante retorico, debido a que últimamente se ha visto como la ciudad, en términos de administración no le da un buen trato a la gente, lo que hace que esa Popayán blanca y encantadora se destiña totalmente, que la ciudad pierda esa esencia de blancura, porque hay una relación de lo que representa la ciudad blanca versus la realidad que tiene como su pobreza. Como foránea que soy, puedo decir que a pesar de esas situaciones que menciono, amo Popayán, porque en ella está uno de los pilares más fuerte que tiene, la Universidad del Cauca. Para estudiar tuve que dejar mi pueblo, pagar arrendo, comprar comida, pagar transporte, gastos que hacemos muchos y que le aportan a la economía de la ciudad. La academia le da un impacto bonito a la ciudad, la misma que ha generado que haya tanta diversidad de personas y que de alguna forma se haya generado un estallido social. La historia, es muy importante, pero poco a poco va desarraigándose y deconstruyéndose, dando nuevos espacios a otros, quienes hemos encontrado en Popayán, una ciudad tan sesgada por sus orígenes, un espacio más abierto”, indicó Laura Vanesa Garces, estudiante de Ciencia Política de la Universidad del Cauca.
La celebración de un año más de fundación, no puede dejar de lado las posiciones de sus habitantes, donde encuentran mucho por destacar, pero sin dejar de lado la realidad que nos acontece.
La realidad actual
“Estamos en un momento de cambio que no deja de advertir las cosas nuevas como elementos valiosos y cosas que quedan atrás. Veo que hay posiciones encontradas, que hay un profundo malestar ciudadano por problemas que requieren un tratamiento de la parte administrativa y del ciudadano, y como tal eso es muy sentido, porque prevalece la imagen de la ciudad idílica arcaica que se desajusta con relación a la historia urbana. Hay invasión de espacio público, vendedores ambulantes, el desempleo, personas sin trabajo, sin movilidad, pocas vías, calles dañadas, exceso de vehículos y motos, inseguridad creciente, ese es un mapa de la ciudad y eso hace que las visiones del pasado se sobrepongan, las preguntas que uno se hace sobre el papel del ciudadano, la capacidad de cada uno para aportar a la solución. Hay que generar espacios de reconocimiento, mientras uno no sienta que pertenece a algún lugar, así no sea de la ciudad, eso hace que la gente no apropie ese lugar como suyo y por ende no lo cuida, solo se ve la historia y lo monumental y no las vivencias y lo cotidiano. Son necesarios espacios de formación, hay que educarse para ser ciudadano, porque la ciudad educa y uno educa a la ciudad”. Felipe García Quintero, profesor titular del Departamento de Comunicación Social de la Universidad del Cauca en Popayán.
La apuesta a ser mejor
La capacidad de construirse y reconstruirse de la ciudad, proceso en el que la academia ha tenido un valor determinante, se nota en eventos que han marcado a la ciudad y que son la muestra de la fortaleza del patojo. Sea cual sea la situación, siempre se vuelve a sobresalir en medio de la dificultad.
“El terremoto de 1983, fue una de las muestras más significativas en las que el payanes ha salido adelante y la universidad ha estado ahí para acompañarlo. En ese año la Universidad del Cauca sufrió muchas afectaciones, toda esa normativa antisísmica contribuyo a que se tuviese intervenir todos los edificios universitarios, y otros que no eran de la universidad y que terminaron siendo del Alma Mater. Creo que se subvalora lo que en términos económicos significa la Universidad para la ciudad, Si nosotros tenemos en cuenta que la comunidad universitaria, contando administrativos suman más de 20 mil personas y haciendo un cálculo por lo bajo, en el que cada persona aporta 500 mil pesos al mes, serían 10 mil millones de pesos para la ciudad, sin hablar de obras, contratistas, OPS, estamos hablando de un volumen importante que se están insertando en la ciudad. La universidad es un dinamizador económico muy importante y no solo hablamos de la Universidad del Cauca, sino de todas las universidades que se dan lugar en esta ciudad, porque el aporte no es solo académico, sino cultural y económico y uno de los principales patrimonios en términos sociales”, indicó Deibar René Hurtado Herrera, Vicerrector de Cultura y Bienestar.
De esta forma la academia, vista desde sus estudiantes, docentes y administrativos celebran hoy un año más de vida, con la confianza en que la academia seguirá siendo un pilar fundamental para el desarrollo y crecimiento de Popayán. Felices 485 años ciudad universitaria.