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HORACIO DORADO GÓMEZ
Esta mi opinión, sobre la medida de peatonalización del centro histórico al que algún día, por conveniencia o necesidad, deberá adoptarse como un nuevo modelo en Popayán. Desde luego, con métodos de planificación urbana, planes de movilidad sostenible y muchas técnicas para desviar el tráfico vehicular sin causar traumas a los usuarios del vehículo que deben moverse obligatoriamente dentro del corazón de la ciudad. Como siempre, estas medidas encontrarán la oposición de algunos ciudadanos.
Entre tanto, la Secretaría de Tránsito, promueve cambios, ordena y aplica alternativas que conduzcan a una movilidad sostenible. Así se entiende, la determinación de utilizar el “pico y placa” entre las calles 1ª y 9ª, y entre las carreras 3ª y 10ª. Lo anterior, no sólo incluye el control a vehículos a motor en el centro de la ciudad, sino también, el fomento saludable del uso de la bicicleta y caminar, como el compromiso de innovar, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos con aire menos contaminante.
Pero, el cambio hacia la ciudad más eficiente, más limpia y menos contaminada, está en manos de todos. Usar el transporte público en lugar del vehículo particular, es una forma de colaborar para solucionar el problema. Pues, Popayán tiene los problemas de las grandes ciudades: congestión, contaminación, pérdida de identidad de barrios históricos, ruido, problemas de seguridad vial y crecimiento urbano desmesurado, entre otros.
Es normal la reticencia de los ciudadanos por las incomodidades y molestias ocasionadas por las obras viales, de hecho, por los cambios de movilidad en las vías. Pero, tal situación se invierte con el paso del tiempo. Ello debido a la mejor disposición de más espacio: menos ruido, caos y emisiones, relacionados entre la presencia de espacios peatonales y ciclistas con baja tasa de obesidad.
Está demostrado que las ciudades con mayores tasas de peatones y ciclistas, tienen niveles de actividad física más cercanos a los recomendados por los médicos y una proporción más baja de diabéticos. Caminar es la forma de transporte menos contaminante y más barata. Frente a la reticencia de algunos sectores comerciales, el efecto de la peatonalización es favorable, porque sin duda las promociones comerciales en las zonas peatonales compiten con los centros comerciales de la periferia.
Entonces, desplazar los automotores del centro de Popayán es cuestión de tiempo. Cuanto antes se haga, mejor viviremos. Para frenar los accidentes, respirar aire más puro y para recuperar el bonito estilo arquitectónico que ha comenzado a perder Popayán.
En definitiva, la iniciativa temporal o permanente del secretario de tránsito, es una plausible opción para los preocupados por el calentamiento global y los gastos asociados al transporte, apostándole a nuevas medidas, más respetuosas con el medio ambiente y para favorecer la movilidad sostenible.
Abril, mes suficiente para tantear un híbrido de medidas: pico y placa en la zona indicada y habilitar el marco histórico para el paso de peatones. Entendidas no solo como herramienta de planificación urbana para ordenar que todos los peatones puedan hacer uso del espacio público, sino también para intervenir el tráfico vehicular en la ciudad. En ambos casos: pico y placa, más peatonalización no estarán libres de polémicas.
Civilidad: Intentarlo no cuesta nada.
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