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Con el aval de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y por recomendación expresa del Secretario de Tránsito Rubén Caicedo Celi, en el 2019, no se ha aplicado el Pico y placa en Popayán. Esta medida de restricción vehicular fue inventada por Enrique Peñalosa en la primera alcaldía de Bogotá en 1998, con el fin de racionar la escasa oferta de vías ante una demanda excesiva de usuarios del transporte público y privado en horarios «pico» con gran afluencia de tráfico. La medida usa como medio de control el último número de la placa, para reducir el colapso circulatorio. En Popayán se rota cada mes para minimizar el impacto de la restricción.
El fin de semana, encontré haciendo show mediático al Alcalde encargado y a su Secretario de Transitó en el sector histórico de Popayán, asumiendo su rol de Jefe de policía y dando un mensaje de defensa al espacio público a los conductores que parquean mal sus vehículos, medida que ya impone comparendos, gracias a la firma del convenio con la Policía de Tránsito.
El alcalde (e) de Popayán Juan Pablo Matta Casas, se inquietó con la filtración de un Decreto que ampliaba de manera desconsiderada la medida, pero ante el rechazo por la desproporción de los horarios, fue claro en afirmar que cualquier decisión que se tome “será fruto del mayor consenso posible con los sectores gremiales y productivos de Popayán”.
El Decreto ampliaba la medida, de la hora 5:00 a la hora 20:00, debido a que se comenzó la construcción de las obras complementarias del Sistema Estratégico y al mejoramiento de vías alternas, con el precedente de tránsito caótico que vivió la ciudad por el cierre de la Calle 25 Norte, salida al Huila y a los Moteles por la Secretaría de Tránsito, con innumerables represamientos viales.
La medida obliga a los usuarios a optar como mecanismos de transportes alternativos, mototaxismo, compra de un segundo vehículo o eventualmente el uso de la bicicleta, proliferando la piratería del trasporte público con las plataformas Uber e InDriver.
Entendemos la necesidad de volver a implementar la medida de pico y placa, pero la misma no puede ser de carácter permanente, pues se ha demostrado fehacientemente que no contribuye al desarrollo económico de la ciudad, es solamente una medida efectista que no soluciona de forma definitiva el tráfico.
La administración municipal iniciará 13 intervenciones de Movilidad Futura, 29 del Acueducto, 44 de la Secretaría de Infraestructura y 19 en Instituciones Educativas, todas ellas coincidiendo en su plazo de ejecución para el fin de año. La malla vial actual está al límite de su capacidad con las obras que ya se están ejecutando, con las nuevas no será posible que todo el parque automotor se mueva dentro de los límites de lo adecuado.
Popayán, para finales del 2019, tendrá más de 60 mil vehículos, de los cuales 15 mil salen de circulación a diario por efecto de la medida. Según las Autoridades locales de los vehículos que circulan sólo 42.561 están matriculados en Popayán, 21.682 carros y 20.879 motocicletas. El trabajador promedio de Popayán utiliza la motocicleta como medio de transporte, con grave riesgo de accidentalidad pues la mayoría de moto-trabajadores no respetan las señales de tránsito y diariamente movilizan a más de 60 mil acompañantes entre adultos y niños.
En los días que la medida no se hacía efectiva, por ejemplo los sábados, en las festividades de fin de año y en los días feriados, es notorio el caos vehicular, principalmente en la zona norte, donde la proporción de vehículos por habitante es mayor.
Sería recomendable aplicar medidas más restrictivas a los vehículos no matriculados en Popayán, los cuales ascienden al 33% del parque automotor, pues ni tributan en Popayán como tampoco contribuyen a financiar el mantenimiento y ampliación de la red vial, obras necesarias para mejorar la movilidad de los payaneses para mantener una movilidad sostenible y menguar el impacto contaminante del consumo de recursos no renovables y las emisiones de gases de efecto invernadero que son responsables del fenómeno del calentamiento global.
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