Payanesa trabaja por la recuperación de la gastronomía local

Conozca la historia de Deisy Rocío Mosquera, una mujer que trabaja por su familia y por la comunidad payanesa.

Ella es Deisy Rocío Mosquera, una mujer que desde los seis años aprendió a cocinar, a lavar y a recoger platos en el centro de abastos.

Redacción El Nuevo Liberal

De lunes a domingo, sin descanso, Deisy Rocío Mosquera trabaja fuertemente para mantener a su familia en la galería del Barrio Bolívar.

La mujer de piel trigueña y contextura media, desde los seis años aprendió a cocinar y a ‘moverse’ entre el mundo de la venta de comida. “Mi mamá nos traía al barrio Bolívar a trabajar, a ayudar a lavar platos y a recoger la loza”, recordó esta aguerrida mujer.

El aprendizaje adquirido de su progenitora la llevó a trabajar en diferentes cocinas y desde hace siete años a tener su negocio independiente. En su proyecto la ayudan dos personas más.

Ella tiene dos hijos y vive con su esposo, quien trabaja con la venta de ganado. Tiene casa y la consiguió gracias a las ganancias que le deja su negocio y de otras actividades que hace en la plaza de mercado.

En su restaurante ofrece platos tradicionales, populares, a la carta y una variedad de productos “para que el cliente no se aburra de lo mismo”, comentó.

No solamente prepara exquisitos platos, sino que promueve la recuperación de los platos y alimentos que se están perdiendo “porque la gente ya no los pregunta para su consumo”, como por ejemplo la cidra papa, ullucos, brócoli, achiote, calabaza, guineos, maíz, achuchas, sopa de pringa pata y caldos de pata y cola de res y de cerdo, “la gente está comiendo mucha comida chatarra”, explicó.

Una de sus preocupaciones y motivo por el cual incentiva el consumo de estos alimentos, es porque considera que el mercado está decayendo “porque la gente casi no viene a la plaza de abastos porque en el barrio Bolívar infortunadamente se enquistaron problemas de prostitución, expendio de drogas, mendicidad y delincuencia”, recalcó.

Incluso, aseguró con mucha preocupación, que los campesinos muchas veces deben devolverse con sus mercados, “porque la gente ya no conoce los productos y además porque no les gusta”.



Asociatividad

Con el propósito de organizarse y para que las cocineras fueran tenidas en cuenta en contrataciones para eventos y diferentes actividades del centro de abastos, hace diez años se conformó la Cooperativa Mesa Larga.

“Si sale un evento trabajamos todas, en sociedad y también para reunimos fondos para comprar las carpas y salir a los eventos, entonces queremos trabajar en equipo para conseguir las sillas, mesas y carpas”, indicó.

Gracias a que la cooperativa se inscribió en una convocatoria de la Alcaldía de Popayán, lograron obtener un recurso para comprar la nevera, lavaplatos, asientos y otros utensilios para el desarrollo de sus actividades.

En la actualidad, hay 18 personas que integran la Cooperativa Mesa Larga del barrio Bolívar de la ‘Ciudad blanca’.