Desde una trinchera detrás de su smartphone, Aquiles Revelo siguió atento un caso que buscaba, por todos los medios, en convertirse en escándalo, relacionado con un pantallazo de WhatsApp en el que supuestamente el alcalde de la ciudad ofendía a varios periodistas de la ciudad. Los rumores y versiones virtuales iban y venían, incluyendo solicitudes para que el mandatario local entregara explicaciones sobre el asunto, otros condenándolo hasta el éxtasis de quererlo ver crucificado ante la picota pública, sin dejar de aparecer aquellos defensores de oficio del mandatario local. Entre toda esa oleada de acusaciones y descalificaciones, Aquiles pensativo, después de tanta alharaca, se preguntó: Por qué nadie preguntaba ¿de dónde salió el pantallazo, que supuestamente provenía del teléfono celular del propio alcalde? Para Aquiles esta es la pregunta del ‘millón’ si fuera cierto el misterioso pantallazo virtual.
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