Partió hacia el cielo un gran líder militar

02:00 pm 12-noviembre

Honores militares para el coronel (r) Mario Ortiz Ayala.

Mario Ortiz Ayala. Q.E.P.D.

Un hondo pesar produjo el fallecimiento en la ciudad de Bogotá del Teniente Coronel (r), Mario Ortiz Ayala.

Este ciudadano, empresario y ganadero en la región y que se distinguió por su Don de gentes y trato amable con sus amigos, era egresado de la Escuela Militar General José María Córdoba de Bogotá. Casado con la payanesa Eugenia Casas Rojas, por más de 67 años.

Fue en dos ocasiones Comandante del Batallón Junín de Popayán; también con altos cargos militares en Bucaramanga – Santander y en el Tolima. Condecorado en múltiples oportunidades en su carrera castrense.

Realizó el curso de Estado Mayor del Ejército Nacional. Fue agregado Militar de Colombia en España durante la Presidencia de Guillermo León Valencia.
Estudio Diplomacia en la Escuela Diplomática de Madrid España, obteniendo el título que ostentan los Diplomáticos Españoles para ejercer la carrera Diplomática, con una calificación de Notable.

Realizó un Post-grado en la Universidad del Cauca en el área de Economía y Finanzas.

Colaborador Habitual del Diario El Liberal de Popayán con su columna titulada ‘La era del desarrollo’.

Fue gerente del Banco Popular de la ciudad de Popayán; miembro del Directorio Departamental Liberal del Cauca; Concejal de Popayán por varios periodos consecutivos y Presidente de esa Corporación y ejerció como Secretario de Gobierno del Cauca.

Asimismo, se lanzó al Senado de la República por el partido Liberal.

A nivel social fue presidente y miembro activo del Club de Leones de Popayán y Director Ejecutivo de la Caja de Compensación Familiar del Cauca.
Tuvo igualmente paso por la carrera consular. Nombrado como Ministro Plenipotenciario y Embajador en México y se desempeñó también como Cónsul General de Colombia en Barcelona España.

Sus exequias, se realizaron en el Cantón Militar del Norte en la ciudad de Bogotá, donde recibió los Honores Militares correspondientes a su rango. Que Dios lo reciba en su Reino Celestial.