Oscurantismo político

JAIME ANDRÉS PATIÑO CHAPARRO 

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Popayán es un equivalente a cultura por sus grandes poetas y académicos que tiempo atrás declamaron entre paredes blancas, es un sinónimo a la belleza por su extraordinaria arquitectura e inigualables atardeceres y un paralelo a la grandeza por ser cuna de presidentes y próceres que, en glorias pasadas, entregaron su vida al servicio de nuestra patria y nos entregaron el verdadero sentido de servirle a sus compatriotas.

Penosamente, estamos perdiendo todo lo que la historia nos dejó como ciudad, nuestros gloriosos títulos y abolengos se convirtieron en recuerdos de museo y en anécdotas de nuestros abuelos, y ahora, nos aproximamos a ser una ciudad inculta, desordenada y guiada por múltiples fracasos modernos.

Por décadas nos convertimos en los títeres de nuestras propias fechorías individuales, que en conjunto salimos a elegir y a vanagloriarnos de gobernantes que pensaban únicamente en sus destinos, y que dura fue la caída cuando fuimos descubriendo que la realidad superaba esa ficción que incluía sentencias escritas por nosotros mismos: el estancamiento y el atraso.

Ya pasó el tiempo de quejarnos, debemos desertar de los metódicos cuentos de brujas, nos corresponde dejar la ignorancia política a un lado y creer que es posible que como pueblo podamos avanzar; nuestro deber ahora es acabar el oscurantismo en el que estamos sumidos por medio de los nuevos liderazgos que este departamento ha visto nacer.

La dignificación de la función pública comienza desde el momento en el que dejamos a un lado a los candidatos clientelistas y corruptos, desde que dejamos de votar por esos miembros de corporaciones que llevan atornillados a sus curules más de dos periodos y que lo único que logran es comprar conciencias para hacerse reelegir.

Necesitamos un exorcismo político en nuestra ciudad y en nuestro departamento, donde los de a pie, los votantes, comprendamos que elegir a un Concejal o a un Diputado si tiene una enérgica relevancia política. Son los llamados a interpretar la voz de los ciudadanos en propósitos que acuerden y ordenen su cumplimiento, son quienes harán respetar las promesas de campaña a los alcaldes y gobernadores, y quienes luchen para que los gobiernos dejen de ser para unos cuantos y se conviertan en gobiernos de puertas abiertas para todos los intereses.

Estamos llamados a ser parte de los nuevos destinos de nuestra ciudad y de nuestro departamento y por esto los exhorto para que nos amarremos muy bien los pantalones, asumamos un espacio de liderazgo que le aporte verdaderamente a nuestra Popayán y a nuestro Cauca. Se puede crecer solo si entendemos que debemos votar integralmente, que debemos elegir a quienes serán nuestros gobernantes, pero que también debemos elegir a conciencia a quienes los controlen.

Es mi deseo más profundo, que nuestra ciudad se vuelva a vestir de gloria, que nuestra gente empiece a pensar en grande de nuevo, que nuestra ciudad vuelva a ser respetada y que le ofrezcamos a nuestros hijos el futuro que se merecen.