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Con el fin de crear empresa, en el 2006 se gesta la idea de producir hongos comestibles para seguridad alimentaria y como una manera de generar ingresos económicos para un grupo de 13 mujeres- en su mayoría madres cabeza de familia- de la Vereda La Lorena del Municipio de Piendamó. En aquel tiempo el trabajo era realizado de forma artesanal y por las dificultades del cultivo, muchas de ellas fueron desistiendo de la idea; en el 2013 se legalizan como empresa gracias al financiamiento del Fondo Emprender y el Departamento de la Prosperidad Social- DPS, y logran conseguir la maquinaria necesaria y adecuaciones para el cultivo y procesamiento del producto.
Luz Mary Velasco Otero, una mujer luchadora, es la Representante Legal de ´Setas del Refugio SAS´, ubicada en el Km 8,45 vía Piendamó-Morales. “El cultivo se hace a base de subproductos frescos de cosecha de la finca, que deben ser picados y secados para evitar la presencia de hongos que compitan con la Orellana, y posteriormente se esteriliza el sustrato en una caldera industrial”, asegura Luz Mary.
En general, el proceso de producción de este hongo requiere condiciones particulares para su desarrollo, donde siempre debe primar la higiene: “se contamina fácilmente y para el acceso al sitio de cultivo se debe ingresar con gorro, tapabocas, botas y bata, debido a que por experiencia propia y en las capacitaciones que recibimos, sabemos que hay esporas en el ambiente que pueden contaminar la orellana”, resalta.
Actualmente esta empresa esteriliza 300 kilos de sustrato- medio de cultivo-, de los cuales se obtienen alrededor de 100 bolsas de 5 kilos cada una. La semilla de la orellana- que es traída de Antioquia- solo es posible incubarla al siguiente día cuando el producto esterilizado se haya enfriado.
Aunque Luz Mary sabe cómo hacer que la semilla germine, asegura que no cuenta con una instalación adecuada para este proceso: “cuando recién se siembra, se mete en un cuarto, se tapa las ventanas con plástico negro de tal manera que el cuarto quede oscuro, para que ellas empiezan a blanquear- reproducción del hongo-. Deben estar a una temperatura de más de 20°C porque el calor es el que hace que el micelio- pequeñas esporas blancas- se esparza por el sustrato; cuando tiene 15 días, destapamos las ventanas, que es cuando deberían estar completamente blancas. A los 18 días, comienza a brotar, y a los 20 o 25 días se cosecha”.
Actualmente se producen: orellanas en fresco, deshidratadas, en pasta de tomate y en polvo. Algunos cuentan con permiso y otros con registro del Instituto Nacional de Vigilancia de Alimentos y Medicamentos- INVIMA.
Aunque en la actualidad la empresa distribuye sus productos a personas naturales, a algunos restaurantes vegetarianos de Popayán y también en Cali, esperan comercializar el producto a gran escala cuando logren adecuar las instalaciones para que la orellana pueda desarrollarse sin inconveniente alguno y así beneficiar a más mujeres de la Vereda.
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