¿Y LOS DESAPARECIDOS DONDE ESTAN? LA JUSTICIA VIENE PRONTO

Columna de opinión

Por: Nicolás Escobar Bejarano

Cuando uno desciende sobre el carril sentido Norte – Sur de la panamericana en la ciudad de Popayán (Cauca), necesariamente se topa con grafiti que dice: “¿Y los desaparecidos dónde están?  La justicia viene pronto.

Muchas cosas se podrían decir sobre el citado grafiti, sin embargo, menciono dos aspectos que me parecen importantes, el primero consiste en que originalmente el grafiti decía: “Renuncio a Artemisa, Jesús viene pronto”, lo anterior según me informo una fuente cuyo nombre prefiere sea reservado, obedece a una penitencia impuesta dentro del ocultismo para romper algún tipo de pacto, pues se cree que Artemisa además de ser una diosa griega era un ángel caído que supervisa a los gobernadores demoniacos en la tierra y le rinde cuentas a satanás, por eso en varias carreteras  y municipio de Colombia es frecuente ver frases como “Renuncio a Artemisa” o “Renuncio a Satanás”. No sé quién es Artemisa, pero según dicen, como que no paga muy bien.

Lo segundo a destacar del mural, es el ingenio de la(s) persona(s) que decidieron modificarlo, es decir darle un sentido social a esa realidad ficticia y justamente cuando lo observe se me vino al a mente las audiencias sobre falsos positivos llevadas a cabo por la JEP.

Aquí debo precisar el concepto de “falsos positivos”, pues ese término no figura en ningún diccionario, solamente en nuestra dolorosa y penosa realidad, pues acude a las ejecuciones extrajudiciales realizadas por integrantes de la fuerza pública (Policía y Ejército), en contra de jóvenes quienes fueron presentados como enemigos muertos en combates.

En Colombia, las desapariciones no son un tema superado, actualmente no podemos determinar un número preciso de personas, sin embargo, se estima que entre 1996 y 2005 fueron desaparecidas 32.249 personas; otras fuentes, como el Centro de Memoria Histórica (CDMH), hablan de 120.000 desaparecidos por causas atribuibles al conflicto armado. Lo único cierto, sin duda, es que Colombia tiene más desaparecidos que las dictaduras de Argentina (8.960), Chile (1.100) y Guatemala (40.000) juntas.

Pero algo muy importante ocurrió en la audiencia, pues los militares reconocieron su responsabilidad y en especial que no se trata de unos pocos – unas ovejas descarriadas- sino de crímenes sistemáticos y organizados. ¡Ajúa!

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Adenda: Señor alcalde, ¿no considera que ya es hora de llamar a un consejo de seguridad en Popayán?

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