S.O.S.: Señor Alcalde, ayúdenos

Columna de opinión

Por: Donaldo Mendoza

Como reza el dicho popular, la comunidad del barrio Guayacanes del Norte (carrera 7 con calle 29N) se levanta cada día con el credo en la boca, por cuenta de un corpulento árbol que fue impactado (y secado) por un rayo hace más de un año, y hoy amenaza con venirse abajo. No es un árbol cualquiera, éste tiene una altura superior a 20 metros, y en la base el abrazo de un hombre no alcanza a cubrir su grosor.

No es solo preocupación del barrio citado, también la Urb. La Virginia ha solicitado a la CRC el servicio de cortar el árbol, lo cual requiere una técnica muy especial. Las dos comunidades han radicado esa solicitud, y hasta la presente no hay una respuesta esperanzadora. No son ganas de molestar, el problema es real. Hace unos días nos llegó un lacónico “recibido” de la CRC, para informar que habían radicado nuestra solicitud en la Alcaldía.

Es tanta la preocupación de la comunidad, que ha acudido a particulares que conocen el oficio y ejercen la labor de corte y comercialización de madera. Vino una persona interesada, y el diagnóstico nos dejó pasmados: “Vecinos, el corte de ese árbol es de muy alto riego, tiene ramas muy gruesas hacia los lados que superan cualquier grado de dificultad. Lo preocupante es que no da espera, porque su cercanía al río (la humedad) acelera el ciclo de pudrición de las raíces”. Y concluyó: “Para cortar ese árbol con una técnica adecuada sólo se puede hacer con una grúa”.

Al lado del árbol hay una cancha de baloncesto, que por fortuna está deteriorada y no permanecen niños allí, pero sí rondan el lugar los dueños(as) de mascotas. Hay también un quiosco y redes de energía, además de la valla que separa el barrio del río Cauca. Como se pueden imaginar, no es menor el daño que causaría este árbol si se cayera. La fuerza de los vientos del verano es una nueva preocupación.

En suma, no es exagerada esta solicitud al señor alcalde, Dr. Juan Carlos López Castrillón, su reconocida voluntad de servicio es nuestra última esperanza. No es nada saludable levantarse cada día con esa amenaza, una espada de Damocles que silva cada mañana desde la orilla del río. La comunidad ha sido responsable en dar aviso oportuno a la CRC y Urbaser, sin resultado. Parafraseando al Chapulín: ¿Será que el señor Alcalde nos puede ayudar?

Coleta: Puede ser un buen presagio que, una hora antes de mandar al periódico este S.O.S, llegó al barrio Alexandra, funcionaria de la Alcaldía, y elaboró un informe sobre el estado actual del árbol.

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