¿Un nuevo infierno?

Columna de opinión

Por:  Víctor Paz Otero

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ace un poco más de seis meses el mundo se estremeció con la dolorosa noticia de la nueva e impredecible guerra que se iniciaba con la invasión de Rusia a Ucrania.

Los poderosos, manipulados e ideologizados medios masivos de comunicación del mundo occidental. de inmediato se dieron a la tarea de dar explicaciones simplistas y acomodaticias de lo que empezaba a suceder.

Se trataba según dichos medios, de la materialización de la muy antigua codicia expansiva que ha caracterizado a lo largo de los siglos a la “madrecita rusia”. Supuestamente liderada ahora por un “sátrapa” adornado con los oscuros atributos del autócrata: Vladimir Putin, astuto e inteligente agente de la antigua KGB. Así, alegre y fácilmente se le vendía al mundo la terrible y mala guerra. La nueva y colosal tragedia que puede derivar, en el corto plazo, en un episodio que coloque al mundo al borde del repugnante e inmerecido infierno nuclear.

Y por supuesto la trágica situación se aprovecha y se utiliza con criterios Maniqueos y perversos para profundizar la falsa visión de que existen sociedades buenas y sociedades malas. Sociedades democráticas y sociedades enemigas de la libertad.

A la gran nación rusa, el mundo occidental ha pretendido desde tiempo atrás fabricarle una falsa y envenenada imagen, se procura que, en el inconsciente colectivo de algunos pueblos, Rusia aparezca asociada a lo que fue recientemente la Unión soviética; como la nación del comunismo, ese sistema político que transformó una nación grande, pero atrasada, “humillada y ofendida” por la arbitrariedad aristocrática e irracional del Zarismo, en una gran potencia militar, política y económica, en un tiempo impresionantemente rápido, nunca conocido antes en la historia de las grandes transformaciones sociales.

En esas falsas interpretaciones de los hechos, se quiere dejar flotando siempre, la idea equívoca y vacilante de que solo las democracias liberales y occidentales son las únicas formas políticas que pueden garantizar la libertad y la prosperidad de las naciones.

En la actual crisis casi nunca se menciona que Rusia es hoy día un consolidado y desarrollado país capitalista. Seguramente y como todo país dentro del capitalismo, no escapa de tener veleidades y tentaciones imperialistas, eso parece inherente a las dinámicas del sistema.

Pero la guerra ruso-ucraniana desborda algunos de los anacronismos político-ideológicos que heredamos del pasado y con los que muchas veces insistimos en comprender las cambiantes realidades del presente.

La nueva, compleja y conflictiva, realidad geopolítica del mundo actual, trae nuevos elementos para el análisis. Empezando por el concepto de geopolítica que es de paternidad NAZI. El motivo aparente que alimenta este conflicto bélico, nace de esas inéditas necesidades geo-políticas.

Recordemos, nunca será bueno olvidarlo, que el verdadero y más invasivo imperialismo en estos años reciente ha corrido a cargo de los inefables gringos, con el cual han pretendido conservar y fortalecer la dominación unipolar que se originó después de la segunda guerra mundial. Lo que les ayudo a corroborar que el mejor y más rentables de los negocios para las economías capitalistas ha sido y seguirá siendo la repugnante y la macabra guerra. Derivado de eso se inventaron la agresiva OTAN; Instrumento político-militar para el control de Europa tanto en lo militar como en lo económico y con el supuesto fin de contener el comunismo consolidado en la Unión Soviética después de la gran guerra.

La guerra en Ucrania, cultura tan rusa como la que más, se dinamiza, cuando la OTAN, utilizando a Ucrania, despliega el amenazante poderío militar de los gringos en las fronteras rusas. Los rusos, por supuesto, tienen derecho a protestar y sentirse amenazados. Pues en Ucrania está concentrada, como regalo gringo-europeo, el mayor numero de centrales nucleares que hoy existe en el planeta. Esa protesta y esa previsión es más que legitima. ¿acaso no estuvimos al borde de la guerra nuclear cuando los misiles rusos fueron colocados en Cuba? ¿No estamos entonces repitiendo los mismos juegos del terror?

No hay duda en esta crisis se están jugando muchas cosas. Y cualquier cosa puede pasar para que esta irracional especie humana se de el lujo de volver a pasar una larga y terrible temporada en el infierno.

Un comentario sobre «¿Un nuevo infierno?»

  1. Maestro Victor Otero Paz, la lectura de sus escritos siempre seran un oasis en medio del actual pavimento pseudoinformativo. Un abrazo. Exalumno Unicauca

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