TODOS ESTAMOS ASUSTADOS

Columna de opinión

Por: Harold Mosquera

Si bien es cierto que la mayoría de lis colombianos anhelábamos un cambio en el gobierno nacional, desde que se confirmó el triunfo de la fórmula de Gustavo Petro y Francia Márquez, la expectativa de lo que será el nuevo gobierno, se ha unido a la preocupación por el reto tan grande que deberán afrontar en los próximos años los recién elegidos.

Por eso, coincidimos con la confesión que el presidente electo Gustavo Petro le hiciera a los estudiantes de la Universidad Externado de Colombia, de la cual es egresado, respecto a estar asustado por el reto que representa, gobernar con tantas dificultades, con las finanzas del estado en rojo, con una oposición feroz que aún no se resiste a aceptar la derrota, en tanto que ella representa la pérdida de un poder que por muchos años detentaron.

Todos estamos asustados. Pensando en la preocupación de quienes han creído que serán expropiados de sus bienes inmuebles, en la ilusión de quienes esperan que se acabe con la pobreza, el hambre y la miseria, que se termine la tragedia de los hermanos venezolanos por tierras de Colombia, que se reforme la salud para terminar con los paseos de la muerte, las filas eternas para acceder a una cita o a un medicamento. Estamos asustados viendo a los jóvenes soñar con el acceso a las universidades públicas para por fin estudiar las carreras que quieren, o conseguir un empleo decente que les permita vivir de manera digna.

Estamos asustando de ver tantos grupos armados generando violencia y al mismo tiempo proponiendo al nuevo gobierno negociaciones de paz o sometimiento a la justicia. Sin lugar a dudas que es imposible en 4 años, resolver tantas cosas pendientes, por eso, pronto empezaremos a escuchar las voces impacientes quejosas porque el nuevo gobierno no lo resuelve todo como por arte de magia.

En materia laboral, el nuevo mandatario ni siquiera se ha atrevido a anunciar el nombre de quien será su ministro del trabajo, se espero que sea una persona del ámbito sindical, pero con capacidad para el diálogo, la concertación y lo que es más importante, la generación de empleo decente. No es fácil encontrar una hoja de vida con ese perfil y los máximos aspirantes pueden resultar descartados por no llenar esos requisitos.

Todos estamos asustados, viendo las noticias de policías y militares asesinados por fuera de combate, al igual que guerrilleros, desertores e integrantes de grupos al margen de la ley, que caen abatidos en operativos de la fuerza pública, todos colombianos jóvenes, con hijos, esposas, madres y demás parientes que lloran de manera desconsolada su partida, sin saber de qué manera el nuevo gobierno va a concertar lo que ha denominado la paz total.

El panorama es sombrío y considero que debemos llenarnos de paciencia, para darle al nuevo gobierno el tiempo suficiente para procurar ir resolviendo de manera efectiva tantos problemas, mientras comprendemos que al igual que los anteriores, debe gozar del derecho a equivocarse e intentarlo de nuevo. Hasta que consiga que todos, dejemos de estar asustados.

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