Columna de opinión
Por Jorge Eliecer Ortiz Fernández @jeliecerortiz –
Si la memoria no me falla, hace aproximadamente 25 años que se viene vaticinando una gran catástrofe en el Municipio de Rosas como consecuencia de la desestabilización de terrenos propiciados por la gran falla de romeral que atraviesa al municipio.
Las alertas ya se prendieron en el año 2019, cuando 28 familias Rosanas, fueron víctimas de la furia de la naturaleza que desencadeno una fuerte remoción de tierras patrocinadas por la alta pluviosidad de la región, dejando en el pedestal más alto del municipio la evidencia de su nefasto proceder ante la complicidad de gobiernos nacionales, regionales y locales quienes postergaron en el tiempo las decisiones que ya no dan espera como son: la reubicación de gran parte de la población del Municipio de Rosas y la construcción de la vía, que permita una comunicación fluida y rápida del sur de Suramérica, pues así debe ser, acá no se trata solo de dar solución de movilidad para los departamentos del Cauca, Nariño y Putumayo, sino, pensando en grande, motivando, con la construcción de una mega autopista, el paso de ida y vuelta para los países del sur del continente, estrategia vial, que permitiría la integración para el fomento de la inversión de capitales en todos los mercados, con énfasis en el de turismo.
Sonará contradictorio y hasta inhumano, pero frente a lo sucedido, “la ocasión, la pintan calva”, para señalar, que los anuncios formulados por el Señor Presidente de los colombianos, el Señor Gustavo Petro, pues no toca otra cosa, que cogerle la caña, para que lo planteado, in situ, se inicie a trabajar desde ya por los organismos competentes, preferiblemente, por las organizaciones económicas como la Cámara de Comercio del Cauca, Fenalco, Acopi, Andi, en fin, entidades que garanticen, que el celo y el afán de protagonismo no den al traste con esta gran inversión que está planteando el presidente para desarrollar en el sur de Colombia; sin duda, que este es un gesto que busca reivindicar a una región olvidada con el paso del tiempo y la desidia estatal, pero que respondieron, y que supieron interpretar los tiempos del cambio que eran necesario apoyar reflejándose en urnas como una de las votaciones históricas en elecciones presidenciales.
El Presidente de los y las Colombianas la tiene clara, en su intervención, evidencio su propósito de dar un cambio total a la inversión de los recursos públicos, que saldrán de la reforma tributaria acabada de aprobar por el congreso de la república, como lo hizo claramente desde la alcaldía de Bogotá, el señor Petro, liderara la inversión pública para favorecer a las comunidades menos favorecidas del país, él, se la jugará, para que los llamados proyectos de gran envergadura, titulados como de vías 4G, no sean solo un titular e ilusión para los propietarios de pequeñas parcelas; por esta oportunidad proyectos como la Ruta del Sol, que claramente beneficio a los potentados caribeños; en esta oportunidad, beneficiara, a las ciento, miles de familias que a orillas de las desvencijadas vías del sur, ofrecen el mango, el alfondoque, la pitaya, en fin lo que da la madre tierra de los negros e indígenas del Cauca y Nariño.
Ánimo pues, es el momento para que la ciudadanía se empodere de estos proyectos, siendo vigilantes de primer orden, para que se cumplan los anuncios presidenciales y se surta los trámites burocráticos del Compes, que garantice los recursos y su ejecución; los caucanos tenemos un garante, con el Consejero para las Regiones Luis Fernando Velasco Chávez, que ha sido designado como el enlace entre estado y comunidades para iniciar la tarea.