Por: Álvaro Jesús Urbano Rojas
El primer componente programático para hacer de Popayán una ciudad moderna, sostenible y sustentable, es lograr la cohesión social para el desarrollo económico y erradicación de la pobreza extrema con autoridad, seguridad ciudadana, orden, libertad, solidaridad, respeto a la ley, inclusión social, participación ciudadana y consolidación del área metropolitana
Nuestra diversidad étnica y pluricultural constituyen el capital preciado para consolidar la gobernanza, entendida como la articulación de las instituciones públicas con las organizaciones sociales, para concertar un proyecto local que mejore la competitividad de las actividades productivas con seguridad integral, sin conflictos étnicos, taponamientos periódicos en la vía Panamericana, con un acuerdo social que genere confianza inversionista, cohesión social, diálogo ciudadano y participativo, con un Estado austero, no corrupto, eficiente y eficaz, teniendo como instrumento un núcleo urbano articulado como área metropolitana a partir de cuatro estrategias y visiones de ciudad: Despensa agropecuaria, distrito Turístico, ciudad histórica y universitaria, ciudad del conocimiento de la tecnología y el emprendimiento.
Integrar los municipios circundantes a la meseta de Popayán como área metropolitana del conocimiento y la tecnología, es unificar en una comunidad económica a El Tambo, Timbío, Cajibío, Piendamó en materia agropecuaria; Puracé, Sotará en materia Turística; a partir de componentes de cultura, deporte, movilidad, vivienda, servicios públicos y desarrollo agroindustrial.
Educar a la población en competencias laborales y comunitarias es apostarle a desarrollar infraestructuras para el trabajo, interconectando la ciudad con un ferrocarril eléctrico en un parque lineal de 34 kilómetros que atraviese la ciudad desde las zonas rurales aledañas, con arborización y senderos que se conviertan en plazas alargadas, sitios de encuentro, medios para una ciudad agradable y acogedora, que demuestre un profundo respeto por la dignidad humana, con seguridad ciudadana, confort y posibilidades reales de sostenibilidad económica y financiera.
El urbanismo moderno exige una visión y vocación concertada con los gremios, comunidad, autoridades, indígenas, campesinos, obreros, academia, población vulnerable, discapacitados, ambientalistas, comerciantes, industriales, clase política y líderes sociales, que definan los planes estratégicos y dinamicen los planes de acción para el logro de los objetivos generales.
No podemos seguir ejecutando planes de gobierno ajustados al presupuesto anual de ingresos, carentes de gestión de recursos nacionales y de cooperación internacional, bajo la miope óptica de tan solo superar las crisis de la cotidianidad y el cortoplacismo; a conducir sin licencia, sin competencia y sin experticia, sin señales de tráfico y mirando por el retrovisor, con ligeras tácticas e improvisaciones, que lo único que logran es apagar incendios sin dar solución real a los graves problemas que nos afectan, olvidando que la mejor historia de Popayán está por escribirse.
Es necesario potencializar el crecimiento del municipio con la formulación del macroproyecto “POPAYÁN QUINTO CENTENARIO”, mediante de una ley de honores, donde la nación se asocie a la conmemoración de la fundación de Popayán, con un documento CONPES que fortalezca los sistemas estructurantes de economía local con saneamiento fiscal y financiero, ordenamiento territorial, trabajo y empleo, plan maestro de movilidad y conectividad, vivienda, cadena productiva de seguridad alimentaria con central de abastos, plan maestro de servicios públicos y alcantarillado, plan maestro de uso del suelo y el espacio público, con centralidades y equipamientos que agrupen los elementos ya existentes y los necesarios para afrontar las necesidades futuras de la ciudad que soñamos.