Columna de opinión
Por: Jesús Helí Giraldo Giraldo*
«Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz, antes de doce horas seréis tratados como insurgentes: ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan».
José de Acevedo y Gómez, el Tribuno del pueblo, 20 de julio de 1810
La consulta anticorrupción del domingo 26 de agosto de 2018 es un momento histórico muy importante para los colombianos y, similar a la proclama del Tribuno del pueblo, Acevedo y Gómez en 1810, no podemos dejar que esta oportunidad única se nos escape. No habrá grillos ni cadenas dispuestos para nosotros, aunque mentalmente seguirán existiendo al mantener nuestro pensamiento sometido al engaño de toda una vida por parte de una clase política promesera y egoísta, pero sí saldremos fortalecidos como seres pensantes y libres, preocupados por el bienestar y la mejor administración de la república nacida en1810.
Es una oportunidad única para salir a votar movidos por un interés diferente al de siempre, el cual ha consistido en votar por los mismos, a pesar de haberlos criticado hasta el día anterior a la elección. Hablar de política y condenar la bajeza a la que han llegado muchos dirigentes de la política colombiana, afortunadamente no todos, es el deporte más popular en nuestro medio. Pero entre la teoría y la práctica ha existido una abismal diferencia, razón por la cual en Colombia nada pasa, nos da miedo salir de la zona de confort que nos mueve a repetir la misma acción en cada jornada electoral anestesiados y temerosos. Hay que superar paradigmas y reemplazarlos por acciones inteligentes, voluntarias y libres, sobre todo, coherente con lo que decimos y anhelamos, y con lo que realmente requiere el país.
Esta consulta, así no nos vaya a emancipar de ninguna potencia extranjera, sí nos emancipará mentalmente y nos despertará para entender las bondades de nuestra democracia, contempladas en la Constitución de 1991, que permiten al elector, como el verdadero soberano, ejercer su poder a través del voto. Será una puerta que se abre, un primer paso hacia adelante con alcances impredecibles, bien sabemos que el más largo camino siempre ha empezado con un primer paso. Salgamos a votar nuestra consulta, porque es nuestra, no de los políticos, sabemos que ellos en su gran mayoría se oponen, o al menos no van a hacer campaña a favor, porque no les conviene ya que reduce muchos de sus privilegios: salariales, de permanencia indefinida, de impunidad y del silencio cómplice ante actos de corrupción.
En su afán por continuar disfrutando sus prebendas, tan opuestas e injustas comparadas con el resto de la población, nos dicen que algunos de esos 7 puntos de la consulta ya están aprobados y que también se presentarán proyectos de ley prohibiendo la reelección indefinida. Es mejor ir a los hechos, realizables en un solo día como mandato de los electores, que seguir esperando los trámites de un proyecto de ley que, no solo puede demorarse mucho tiempo, sino ser rechazado.
Ojalá el domingo 26 de agosto los 12 millones de personas que vamos a votar digamos SÍ a los siguientes puntos contemplados en los textos de la Consulta anticorrupción.
- Reducir el salario a congresistas y altos funcionarios del Estado
- Cárcel a corruptos y prohibirles volver a contratar con el Estado
- Contratación transparente obligatoria en todo el país
- Presupuestos públicos con participación de la ciudadanía
- Congresistas deben rendir cuentas de su asistencia, votación y gastos
- Hacer públicas las propiedades e ingresos injustificados de políticos elegidos y extinguirles el dominio
- No más atornillados en el poder: máximo 3 períodos en corporaciones públicas.
(*) Artículo del libro Emociones en la sombra, del mismo autor