EL “VELETISMO” POLÍTICO

Columna de opinión

Por: FERNANDO SANTACRUZ CAICEDO

D

urante la campaña presidencial, Petro fue acusado de oportunista por emplear una táctica acumulativa –fuerzas/votos- para alcanzar el poder, señalamiento falaz que probaremos seguidamente. Caracterizan el “veletismo” la inconstancia y la endeblez de principios de sus partidarios. Su indefinición los empuja compulsivamente a mudar de ideas y grupo político –A.M.: fajardistas radicales; M.: centristas impenitentes; P.M.: petristas volubles-. Ciertos neoliberales moderados afirman aplicar la teoría de “lo concreto pensado” –Lo concreto articula lo general y lo particular, sintetiza múltiples articulaciones, es la unidad de lo múltiple-, pero, al explicarla, se ahogan risueñamente en un mar de babas, porque su inepcia les impide realizar “el análisis concreto de la
situación concreta”. Reniegan de la dialéctica y pregonan la “disléctica” (¿¡!?), mostrándose como auténticos “camaleones”. ¡Contrariamente, Petro exhibe conocimiento, estabilidad y firmeza!
Es indispensable diferenciar entre “promesas” de campaña, “programa” de gobierno y “realpolitik” -posiciones pragmáticas adoptadas en circunstancias específicas-. La administración del Pacto Histórico, aprisionada en un contexto mundial complejo – despliegue negativo de la economía global, inflación planetaria, guerra de Ucrania, etc.-, y rodeada por factores internos adversos –ola invernal inusitada; depreciación de la tasa de cambio ($5.000xdólar); déficit fiscal; “riesgo país”, indicativo que prevé el incumplimiento de los compromisos financieros; inflación (11.4%); altas tasas de interés (11%); regla fiscal; deuda externa desbordada; crecimiento inferior a 1%, para 2023, etc.- , debe “escoger” entre encarecimiento de precios y desempleo: ¡Bienestar Vs.
Estanflación!

Petro anunció que “desarrollaría el capitalismo”. Guardadas las diferencias histórico- económicas y sociopolíticas, evocamos las reformas ejecutadas en Japón a partir de 1945: i- política: sustitución de la clase gobernante; ii- económica: gigantescas compañías familiares, trocadas en sociedades anónimas; y, iii- drástica reforma agraria: eliminación del latifundio, producción basada en la mediana propiedad, generación de empleo-ingresos, soberanía alimentaria. Transformaciones esenciales logradas en medio de tensiones clasistas que permitieron implantar el modelo de “Capitalismo Humano”, canalizado a satisfacer las necesidades mayoritarias y fundado en la “cualificación de los recursos humanos”, capital supremo para producir y multiplicar la riqueza. Soportado en su legitimidad electoral, el gobierno Petro tiene voluntad política para implementar los CAMBIOS. Sus propuestas: paz total; combate integral contra el narcotráfico; erradicación del hambre-miseria, tienen apoyo interno, de Washington y entidades mundiales. La reforma tributaria es, simultáneamente, coadyuvada por la OCDE y rechazada por la ANDI/oposición antidemocrática. Derrotar la incertidumbre obliga a Petro a sacudir su “ortodoxia” y apretarle las clavijas al programa de gobierno: i- política energética: exploración, fracking, rentabilidad, ingresos nacionales, balanza de pagos, transición a energías limpias. ii- política tributaria: progresividad, monto, exenciones, justicia tributaria, alimentos ultraprocesados, pensiones, zonas francas, ganancias ocasionales, impuestos sector financiero. iii- política monetaria-cambiaria: reglas estables para la inversión, fuga de capitales, tasas de interés, inflación, escalamiento del dólar, devaluación del peso. iv- reforma agraria: compra de tierras, reversión-recuperación del suelo, extinción de dominio, restitución de fundos, expropiación donde haya lugar. v- reforma urbana: “lotes de engorde”, “tugurbanización”, viviendas de interés social, servicios públicos, re-estructuración urbana, reubicación poblacional. Cien días para juzgar las ejecutorias de cualquier gobierno, ¡constituyen un indicador obsoleto! Para reformar a Colombia y modificar su mentalidad anquilosada, ¡se requieren décadas! Nuestra “situación concreta” exige al gobierno asumir medidas de emergencia, a fin de rebasar las dificultades actuales, conducirse dentro de los linderos del sistema, “concertar”, PRESERVAR SU PROGRAMA y su élan renovador. Petro sabe que, sin
acuerdos, NO puede cristalizar los CAMBIOS, ni desmantelar el modelo económico vigente, ni mermar la inequidad, ni instaurar la paz total. ¡La coyuntura política le impone supeditar, temporalmente, lo sustancial a lo impostergable! SÍ así lo hace, se erigirá en guía indiscutible. La dirección económico-política consistente y sosegada le factibilizan cumplir la agenda reformista y cosechar los frutos del cambio prometido. El Presidente cuenta con el saber y la energía popular imprescindible para materializar la anhelada transformación de Colombia. REMOVER LOS OBSTÁCULOS ESTRUCTURALES RECLAMA DE PETRO IMPLEMENTAR LA REALPOLITIK, DENTRO DEL MARCO PROGRAMÁTICO CONSAGRADO EN EL PACTO HISTÓRICO.