Columna de opinión
Por RODRIGO SOLARTE – rodrigo_solarte@hotmail.com
Las conciencias humanas interpretan realidades y acontecimientos que también la virtualidad reproduce y reinterpreta.
Junio del 2023 está siendo rico en acontecimientos, cuya interpretación hago acorde a muchos sentimientos de significado seguramente diversos e inolvidables, por los valores implícitos en ellos.
En esta revolución espiritual y material pacífica a la colombiana y regional en transición hacia un mejor país, deseo destacar con breve comentario: Vida. Familia. Paz. Niñez. Solidaridad. No a las violencias. Institucionalidad en los campos. Talentos humanos, diálogos y experiencias interculturales. Pluralidades en convivencia. Ancestros, contextos, saberes. Madre tierra. Ciencias. Sobrevivencia. Procesos vitales entre Vida, Muerte y religiones. Prioridades. Gobernanza. Continuidad de procesos participativos.
La conciencia de las violencias y guerras vividas con las consecuencias que siguen impactando en el presente y futuro de las actuales y siguientes generaciones, prevalece más en los mayores que en las y los jóvenes, cuyos planes y proyectos de vida en el contexto como generación de relevo, se van impregnando de los valores humanos por retomar, otros de continuar, y no pocos de re-evaluar, cambiar o transformar, por las deshumanizadas consecuencias con el planeta y la misma humanidad.
Las gobernanzas, acordes con el querer mayoritario de los electores, conscientes de sus derechos, deberes y procesos en marcha, en realidades históricas y políticas como la nuestra, hacen de su ejemplo, la mejor pedagogía para orientar con valores democráticos y participativos de verdad, las maneras dialógicas para satisfacer progresivamente, tantas necesidades básicas insatisfechas.
Estamos viendo y viviendo una vez más, cómo en contextos pacíficos, las conciencias humanas asimilan mensajes y aprendizajes diferentes a los violentos que han prevalecido agudizados en los gobiernos anteriores al presente.
Presencial y virtualmente hemos captado con nuestros sentidos y conciencia, históricos sucesos durante este mes de junio, y las resistencias, opuestas a los cambios que plantean las reformas a la salud, laboral, pensional y otras, pese a la búsqueda de consensos democráticamente llevados por la Colombia humana y demás organizaciones comprometidas con los cambios necesarios.
- Las masivas marchas del 7 de junio, apoyando al Gobierno del Cambio y a los que serán electos en las regiones, el 29 de octubre, consecuentes con el Programa de gobierno y el Plan de desarrollo vinculante y descentralizado, transcurrieron pacíficamente.
- El Ejército de liberación nacional ( ELN ) con sesenta años de historia, firma por primera vez, filosófica, política y de corazón, más por la sociedad colombiana que por el gobierno, la continuación del PROCESO DE CAMBIOS con sus aportes y cese de la confrontación armada.
- Después de 40 días de búsqueda en las selvas del Guaviare, Guardias indígenas con sus SABEDORES y Ejército nacional colombiano, conviviendo con un propósito común, encuentran vivos a los cuatro menores de edad, Mucutuy-Ronoque, cuya recuperación bicultural inicial se hace en el HOSPITAL MILITAR DE BOGOTA e ICBF.
La presencia en Bogotá del Director de la Corte Penal Internacional y su diálogo con la JEP-Jurisdicción especial para la paz, Fiscalía y Presidencia de la República, da cuenta de la SOLIDARIDAD INTERNACIONAL en la búsqueda de la verdad de lo acontecido en Colombia durante más de medio siglo.
Estos y tantos otros procesos en marcha, tan esperados por las comunidades de todas las regiones del país, cultivan las esperanzas y optimismo, más de quienes han sufrido y continúan siendo víctimas de las violencias, cuyas causas estructurales, son retos para el actual y siguientes gobiernos que elijamos, conscientes también de nuestros derechos y deberes al elegirlos, limpia y democráticamente.
En tiempo de polarizaciones por los intereses antagónicos y crisis, tanto humanas como planetarias, la noción amplia de TRANSICIÓN, nos exige como ciudadanas y ciudadanos pacifistas, difundir hechos cultivadores del BUEN VIVIR solidario que necesitamos desde la niñez.