TODA VIDA VALE

Columna de Opinión

Por: Nicolás Bejarano

Al parecer en Colombia, el derecho fundamental y constitucional de la vida vale según la labor, el bando, el género o la clase social de la cual el occiso venga.

Mientras escribo esta columna de opinión, se confirma la muerte numero cincuenta y seis del recluso en la cárcel de Tulua (Valle), una persona que murió quemada ante un actuar negligente e indolente por parte del INPEC, más allá de lo reprochable que pueda ser el hecho de la generación de un incendio en una cárcel colombiana, se trata de una noticia que ha pasado silenciosa y por ende desapercibida cuando en realidad debería ocupar las primeras planas en los principales diarios del país y porque no del mundo.

Junto a esta muerte se suma la del del patrullero James Morales, quien, para la vergüenza de nuestro país, es el uniformado número 35 en ser asesinado en actos de servicio de lo que va del corriente año. El murió después de ser impactado por un disparo de un francotirador en Tibú (Norte de Santander), una tierra en donde las bandas criminales se imponen a sangre y fuego ante la ley y el orden.

Aunque hay diversos actores armados que inciden en este vergonzoso conteo, la mayoría de las muertes son atribuidas al grupo criminal del “Clan del Golfo” y su denominado “Plan Pistola”, que, en palabras sencillas, consistente en asesinar uniformados a cambio de dinero, una practica cruel que nos fue incorporada a los colombianos desde las épocas del Cartel de Medellin.

En Yarumal (Antioquia), también fue asesinada Luisa Fernada, otra policía a la cual el Clan del Golfo le privo de compartir con su hija menor, y así podría continuar con miles de historias de colombianos que han muerto en una guerra sin sentido, en donde los mas ricos lo siguen siendo a costa de ellas y en donde las victimas son los mas jóvenes, aquellos que por vocación o obligación deben arriesgar su vida.

Embarga de felicidad saber que nuestras “Super Poderosas” lleguen a la final de la Copa América Femenina, pero también tenemos que tener en cuenta que en Colombia nos estamos matando entre todos y debemos como tal hacerle frente a eso. Esperemos que esta problemática social sea abordada por el presidente electo.

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Adenda: En el municipio de Chachagüí (Nariño), capturaron a alias Tania, una de las cabecillas de la estructura disidente Adán Izquierdo, se le acusa de los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir confines de homicidio, tráfico y porte de sustancias estupefacientes y tráfico de arma. Esperemos que la justicia colombiana actúa con prontitud.

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