Columna de opinión
Por: Sigifredo Turga Avila
Asistimos el día 20 de mayo próximo pasado en Popayán, a la Asamblea o amplia reunión de organizaciones solidarias, sociales, populares y comunitarias del Cauca, convocada por la Unidad Solidaria, organismo cuya función es la de atender todo lo relacionado con el sector económico de la economía sin ánimo de lucro, en la que se incluyen las cooperativas, los fondos de empleados, las organizaciones mutuales, las juntas de acción comunal en sus actividades empresariales y otras asociaciones comunales practicantes de actividades económicas.
Quien invitó a dicha asamblea fue la Unidad Solidaria que vino a reemplazar parcialmente lo que en otro tiempo hacía el DANSOCIAL. El objetivo de tal Asamblea se orientó para que líderes de las organizaciones reunidas, se dedicasen a identificar conceptos de interés de sus comunidades sobre los siguientes doce puntos, para conocerlos y luego poder ser atendidos con solvencia por dicha Unidad:
1.Fomento de las organizaciones de la economía solidaria, popular y comunitaria con enfoque poblacional, sectorial, de género y territorial. 2. Asociatividad para proteger el alimento, la tierra y el agua. 3. Impulso a los circuitos de comercialización locales y globales. 4. Obras Comunales Asociativas. 5. Inclusión financiera a través del crédito comunitario cooperativo. 6. Asociatividad con trabajo decente. 7. Asociatividad para el arte y cultura. 8. Asociatividad con los y las jóvenes. 9. Asociatividad solidaridad con las mujeres. 10. Asociatividad para la economía campesina y la reforma rural integral. 11. Impulso de la cultura solidaria, popular y comunitaria. 12. Asociatividad y paz total.
Bajo esta visión tuvo la oportunidad de reunirse un selecto grupo de personas líderes en diversas modalidades asociativas, quienes se permitieron identificar debilidades, fortalezas, problemáticas y formas de solución claramente reconocidas por las comunidades involucradas.
Dentro de los conceptos generales podemos identificar que la corrupción y el egoísmo son enfermedades sociales que carcomen cualquier forma de solución surgida del sentir y conocimiento comunitario. Esa corrupción y egoísmo fácilmente es originada en conductas de algunos funcionarios públicos o de políticos o de ciudadanos del común o de algunos que ejercen su actividad de liderazgo dentro de las mismas comunidades.
Este concepto sobre la corrupción, tan generalizado en lo expuesto por los asistentes, lleva a considerar necesario que la comunidad está en la obligación de ponerse al día en los conocimientos que contribuyan al establecimiento de sistemas de control apropiados aplicables por cada comunidad, atendiendo sus propias necesidades y obligaciones, para garantizar el éxito. Se pudo tener claro que el ejercicio de las veedurías consideradas en la ley, tienen un efecto positivo muy precario cuando lo tienen.
En todos los 12 grupos de trabajo se expresó la necesidad urgente de educarse cada comunidad sobre los factores intervinientes en las actividades comunitarias, de tal manera que, la administración necesaria de aplicar no sea un mundo de caos al accionar, sino que todo tenga profundidad y orden.
Quiere esto decir que debemos educarnos en el Proceso Administrativo o lo que viene siendo, cumplir con los cuatro pasos siguientes: planificación, organización, dirección y control.
Claro que se deben cumplir esos cuatro pasos fundamentales, pero para nada bajo la guía tradicional de la administración formulada desde la economía del lucro comercial, sino desde la filosofía y la práctica solidaria del no lucro. Son dos mundos empresariales totalmente diferentes.
Esto obligó a muchos de los participantes a manifestar su desacuerdo, con que las organizaciones solidarias tengan que registrarse en cámaras de comercio, practicantes y agentes permanentes del lucro. Es un exabrupto, igual que el forzar el estado a nuestras organizaciones para que cumplan ciertas normas contables fuera del contexto solidario.