Los maestros del Cauca en paro por la salud

Editorial

Por: Marco Antonio Valencia Calle

L

Los problemas de salud de los maestros de aula por causas laborales incluyen una variedad de afecciones recurrentes como el estrés laboral, el síndrome de fatiga crónica, el dolor de espalda, el síndrome de burnout; sumados a problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad.

Pero de igual manera, son víctimas de todo tipo de enfermedades generadas por la edad, el medio ambiente, los virus, el clima, la alimentación, las enfermedades hereditarias, los accidentes, los temas de violencia, entre muchos otros.

El trabajo de los profesores es con la comunidad. Además de labores administrativas, la enseñanza y cuidado de niños y adolescentes es demandante en todo sentido. Genera estrés, obliga al sedentarismo, y se minimiza el tiempo para el cuidado propio y el bienestar físico y mental.

Los profesionales de la salud frente a estas situaciones suelen ofrecer apoyo para estas afecciones a través de programas de prevención y tratamientos varios; pocas veces recomendaciones para mejorar las condiciones laborales.

Sumemos además, que en una geografía tan accidentada como el Cauca siempre hay riesgos con accidentes de transporte y eventualidades varias en las aulas de escuelas rurales. Mención aparte merecen todos los peligros que conlleva trabajar en zonas de conflicto o con presencia de actores armados, que involucra estrés y traumas emocionales por amenazas, extorsiones, desplazamientos forzados, secuestros y homicidios (a sí mismos o las familias de sus estudiantes).

Todo lo anterior implica en el deber ser (ético y administrativo) tener un sistema de salud robusto, eficiente y vigoroso; pero los más de 10 mil maestros afiliados a ASOINCA, el sindicato de maestros del Cauca, creen que COSMITET la empresa que les presta salud desde hace 22 años, cada vez es más negligente y trabaja más por su bienestar económico que por la salud de los maestros.

Y para ejemplo, citan que en los dos últimos años han fallecido 122 maestros por temas de salud, fallas de hospitalización, demoras de servicio, dejadeces médicas, entre otras.

Y esa es la razón fundamental para un paro de maestros que inicio el lunes 16 de enero e involucra marchas por la ciudad, obstrucción de vías y “toma pacífica” de la catedral de Popayán.

ASOINCA busca proyectarse desde los medios de comunicación y redes sociales para que el país escuche sus quejas, denuncias y señalamientos.

El paro de docentes es un intento por gestionar acuerdos con el Consejo Directivo del Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio, donde tienen asiento los ministros de Educación, Hacienda y Trabajo; para que acepte su propuesta de organizar a Popayán y Cauca como región; y así poder organizar y contratar la prestación de salud de otra manera; y claro, con otros operadores diferentes a COSMITET.

El gobierno nacional está llamado a atender las denuncias y tramitarlas como corresponde.

Por un lado, para atender el reclamo del gremio docente que parece justo; y en segundo lugar, para no dilatar el ingreso a clases e inicio de labores para el año escolar 2023.

Solicitan los maestros el acompañamiento y los buenos oficios de la Iglesia Católica Colombiana como organismo facilitador a través del arzobispo de Popayán Omar Alberto Sánchez, quien tiene un asiento en la Comisión de Paz para tramitar un acuerdo con el ELN. Esperamos que así sea.

Queda por decir, que apoyamos a los maestros en su causa y estamos listos como medio de comunicación para socializar su proyecto por una mejor salud del gremio.

Máxime cuando las jornadas de paro están siendo llevadas con expresiones artísticas, sin confrontaciones violentas, vandalismo ni daños a la ciudad, hechos que suelen causar repudio general y rechazo ciudadano a las causas y jornadas de protesta social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *