Columna de opinión
Por Eduardo Nates López
Con la prepotencia y ampulosidad que lo caracterizan, el “Barón del Coscorrón”, Germán Vargas Lleras, escribió el pasado domingo 22 del mes en curso, en el diario El Tiempo, un artículo titulado “Populismo en Infraestructura”, con el fin de cuestionar (verbo reemplazable por “molestar…” -u otro sinónimo más popular-) los ofrecimientos que el gobierno actual ha formulado para detener el estallido de la bomba social y económica que se está inflando en el suroccidente del país, por el derrumbe de la carretera Panamericana, en el municipio de Rosas, que mantiene bloqueados al departamento de Nariño y medio Cauca y afectados a otros departamentos vecinos como el Valle y el Putumayo.
Los lectores de esta columna conocen mi distancia con el Petrismo. Entenderán que mi comentario pretende impedir que Vargas Lleras venga a “tirárselas de vivo” en el diario de circulación nacional, (de propiedad del banquero a quien Vargas le consigno todas las platas públicas del millón de viviendas) haciendo comentarios de “mala leche”, obviamente, con él de protagonista, y diciendo verdades a medias, (que es la mejor manera de mentir).
No es cierto que el proyecto de la variante Timbío-Estanquillo (única solución factible y definitiva al problema vial actual), haya sido presentado en el gobierno Santos (del cual hizo parte Vargas), en 2015. Los caucanos sabemos de sobra y los colombianos se han enterado -por esta calamidad-, que es un proyecto muy antiguo, con el cual han hecho politiquería muchos elegidos (unos vivos y otros muertos…); que fue presentado al gobierno en 1978, diseño elaborado, en su primera versión, por la reconocida firma de ingeniería caucana “Paulo Emilio Bravo y Cía”, contratado en 1974, siendo ministro de Obras Públicas el Ing. Argelino Duran Quintero, en el gobierno de Misael Pastrana. Desde esa época, nuestro proyecto hace parte de las obras viales importantes de este país, siempre postergadas… No puede ahora, Vargas Lleras, venir a ganar indulgencias con camándula ajena. ¡Al contrario!
Lo que tiene es otra cuenta pendiente que apenas hace poco vino a moverse… Aún tengo frescas en la memoria las imágenes del sainete que armaron en 2017, en el Parque de Caldas de Popayán, con tarima y asientos, chirimía y discursos, y por supuesto el entonces vicepresidente Vargas Lleras y el gobernador de marras, (Gobierno de Santos), para dramatizar la firma del contrato de las obras de la segunda calzada de la carretera Santander de Quilichao-Popayán. En ese acto, vociferaba el hábil político, que al otro día se prenderían los bulldozers y en pocos años estaría la obra terminada…. La verdad: Hace solo unos días, repito, unos días, 6 años después, arrancaron las obras de ese flamante contrato que esperamos, no vaya a tener una nueva parálisis, como todo lo del Cauca…
Si hay algún defecto humano, odioso y despreciable, es el oportunismo. O los calculados silencios, como el que guarda Vargas sobre el director de su partido, -otro German- a quien la Fiscalía ha llamado a deponer sobre un tema de corrupción (cuando fue improvisado e impuesto, como vicepresidente ejecutivo en la ANI -cargo que no existía-). Se va a conocer lo que hicieron para fondear la construcción de un puente, según informó el diario El Espectador.
Cada domingo, que leo a Vargas Ll. recomendando hacer lo que él no hizo, recuerdo su trayectoria politiquera, y vuelve a mi memoria un grande de México, para explicarme porqué el electorado lo dejó de cuarto… Por la sencilla razón de que: “no es lo mismo, pues, codiciar el poder y hacerse de él, que salir con bien de su ejercicio real y cotidiano, y menos todavía, usarlo en beneficio de los demás” …
Con la angustia que agobia a los caucanos, en estos días de crisis, solo necesitamos solidaridad, acompañamiento de buena fe y frases y actitudes esperanzadoras, no protagonismos ficticios y falaces, de quien ha hecho ostentación de poder toda la vida y tuvo en sus manos la decisión que hoy critica a los demás. Solo queda recordarle un viejo y conocido adagio: “El que tiene rabo de paja, no se arrima a la candela…”.