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“El que juega con candela, hasta el rabo se le quema”, dice el viejo refrán y esto tiene que ver con el triste espectáculo en una comisión, se omite en forma voluntaria la palabra “Honorable” Cámara de Representantes a la entrada de alias Santrich quien fue recibido por el uribismo y otros grupos dementes dizque parlamentarios dejando oscuras conclusiones: Claro que tienen razón algunos parlamentarios a quienes las Farc les asesinaron sus seres queridos y hasta la familia entera. Claro que tienen toda la razón de gritarle asesino, secuestrador, narcotraficante, violador, reclutador, pues de eso no hay duda y se lo merecía por las cicatrices que ha dejado su paso por la guerra de más de 50 años, guerra que parece que estos congresistas no quieren que se acabe sino que la atizan desde el congreso tal como hace años lo hacían los partidos y que tuvo un eco negro en la sociedad y se desarrollaron las peores masacres como ocurrió con los cóndores, leer Cóndores no entierran todos los días. Una guerra atizada desde el congreso, desde el gobierno mismo, desconociendo el orden jurídico, algo parecido a la actualidad.
Obvio que tienen razón pero cabe la pregunta si este escenario es para insultos, para vejámenes así los merezca como en este caso, o si es para debatir, reflexionar, legislar sobre lo construido y sobre lo fundamental como lo decía Alvaro Gómez Hurtado y así obrar con la cacareada legalidad.
A nadie le gustaría que a Uribe cuando entre al senado le gritaran: paramilitar, narco, asesino, falsos positivos, Agroingres, Zonas francas, chuzador, perseguidor de las cortes, castrochavista de derecha. No a nadie le gustaría esta clase de insultos así de pronto haya razones, eso lo dirá la CPI no nuestra justicia. A nadie le gustaría que entraran congresistas y les gritaran: Ladrón con carrusel de la salud, ladrón de electricaribe, ladrón de Invercolsa, ladrón con carrusel de pensiones, asesino con la ley 100, asesino de motosierra, ladrón de los pensionados, pícaro que se sale a la hora de votar salarios de congresistas, estafadores del Estado que van a dormir, borrachos… esto y muuucho más porque la gran mayoría de congresistas parece o presuntamente no son angelitos ni querubines, Unos van con respaldo a oscuras de paras, de narcos, de los familiares que han robado millones de la salud, de la educación, de obras. Tal como ocurrió hace años en la época de Uribe cuando Mancuso llegó de héroe al congreso y fue aplaudido cuando aún se recordaba el juego de fútbol con las cabezas de sus víctimas. Jugar con candela es peligroso y especialmente cuando el pueblo va despertando lentamente y los fanáticos son ciegos entonces al igual que en tiempo de los cóndores se desarrollaría-ojalá no fuera así- de nuevo la persecución atizada desde el congreso, desde los grandes líderes de arriba tal como ocurrió hace años.
Jugar con candela recogiendo firmas para acabar con la JEP, con las altas cortes es el mismo castrochavismo pero de derecha y lo peor para proteger a un núcleo reducido sacrificar la paz de un pueblo. Qué horror ver al manipulador Herbin Hoyos recogiendo firmas para tumbar el Estado de Derecho, para desconocer lo constitucional, para volver patas arriba un orden jurídico, para que no haya convivencia sino guerra- Qué pésimo mandadero este sujeto menos mal que mucha gente ya va adquiriendo mayoría de edad mental tal como ocurrió con Fajardo que sus actos y las llamadas lo delataron que no era un profesor con la imagen que se tenía sino que venía por otro lado y así se van descubriendo cosas y personajes. Ojalá los congresistas no jueguen a la guerra, esa candela les puede quemar si tienen rabo de paja porque ojo ya son otros tiempos. Revisen su rol, el manejo del congreso no para atizar guerras sino para grandes transformaciones que se requiere un país que dicen llevarlo en su corazón grande. No olviden que el que juega con candela…
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