Ceder es ganar

OLMEDO GUACA TIMANÁ

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Parodiando la frase de Maturana: “Perder es ganar” y quienes no la asimilaron se burlaron de esa filosofía. Dentro de nuestra realidad actual del Cauca y Colombia se podría decir que “Ceder es ganar”. Y ¿por qué ceder y quién o quiénes deben ceder y para qué ceder?

La historia real, no la mentira oficial encuadernada, la nuestra, la de los caucanos y colombianos en general nos dice que los paros del CRIC y otros siempre han tenido un mismo final: Una mesa de concertación, un diálogo final entre gobierno y campesinos, indígenas u otros. Tanto es clara esta situación que hasta el señor Alvaro Uribe de mano dura y con su tozudez e intransigencia y tono amenazante dijo que no dialogaría mientras existieran acciones de hechos o sea el taponamiento de las vías, pero al final llegó a La María Pendamó y fue aplaudido por los indígenas mientras subía a la tarima.

Cedió para ganar y ganó su imagen con este acto. El hecho no es de orgullo, ni de hacer ver que se tiene el poder al fin y al cabo es cierto :¿El poder para qué?. Para la gobernabilidad, para el bien de todos y eso lo demostró Uribe en esa época que fue necesario ceder y no se le quitó absolutamente nada de su poder ni su gobernabilidad ni su honor. Ahora con un presidente joven como Duque se esperaba lo mínimo: modernidad de pensamiento, actitud contemporánea, capacidad mental de mediación y gobernabilidad porque al fin y al cabo algún día deberá sentarse a dialogar con los intransigentes e inamovibles indígenas y para ello debe despojarse de los viejos paradigmas de la represión que a él tanto le duele la ejercida por los militares en Venezuela. Debe despojarse de ese atroz acto de darle a los problemas sociales y a las luchas una respuesta militar como las viejas mentes que nos han gobernado durante años.

Entonces el señor presidente Duque, el CRIC y demás grupos de resistencia deben ceder sin orgullo, con humildad, con sinceridad, con el ánimo de concertación, pensando en el bien común tanto el presidente como los indígenas. Deben ceder para llegar a acuerdos que se puedan cumplir y evitar este círculo vicioso de que cada año debemos asistir a los bloqueos. Debemos ceder mentalmente todos: administradores, administrados, medios de comunicación, sociedad en general y que no ocurra ver la triste torpeza de los grupos económicos y empresariales que atizan el problema y no proponen soluciones quejándose de las millonarias pérdidas pero que respaldan la acción del presidente de no dialogar con las vías bloqueadas. No se quejen señores ricos propongan alternativas de salida y no fustiguen el no diálogo.

Cedan gobierno y CRIC si el presidente tiene un orgullo de no obedecer ni solucionar los problemas, porque para eso fue elegido para que entre a cualquier parte de Colombia a solucionar situaciones y los indígenas por su parte con su intransigencia dicen que resistirán, y lo harán, hasta que no venga el señor Duque, pues maten ese orgullo y reúnanse en otro sitio: Santander de Quilichao, Cali, Piendamó, Popayán, Buga y listo. Así nadie domina a nadie, nadie humilla a nadie, nadie doblega a nadie porque ceder es ganar.

En dos días se hubiera hablado lo necesario: Duque con realidades en lo que pidan los indígenas y los indígenas con realidades que sean posibles esperar con certeza y todo esto que se vive se hubiera ahorrado el gobierno, la comunidad, los indígenas, todos porque no olvidemos que ceder es ganar. El orgullo, la altivez, la tozudez, la intransigencia de gobierno y Cric son barreras para seguir adelante siempre y cuando se cumpla lo pactado.