Residentes del barrio Primero de Mayo exigen terminación de trabajos sobre las calles de este sector del sur de Popayán.
Simeón Cárdenas, Presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del Barrio Primero de Mayo, cuenta que el Acueducto de la ciudad arregló una parte del alcantarillado en el sector del colegio Don Bosco sección primaria, en la carrera 8 entre calles 13 y 17, lo cual dejó una especie de calle de herradura que da muy mal aspecto porque además se encuentran desechos y escombros.
Asegura además que los funcionarios de dicha empresa les prometieron arreglar el alcantarillado y dejar la carretera disponible para que transitaran como de costumbre los vehículos, pero que infortunadamente aun no han llegado a terminar la obra que dejaron empezada desde hace casi dos años y por la cual se ha visto perjudicado el colegio que se encuentra en este sector, además porque tampoco cuentan con las vías peatonales adecuadas, teniendo en cuenta que se trata de una zona escolar.
“Nosotros hemos ido al acueducto a solicitar que vengan a solucionarnos este problema, pero siempre nos contestan que tenemos que esperar a Movilidad Futura, yo quisiera que de pronto se tocara la Gobernación y la Alcaldía más que todo por los niños del colegio“, recalcó.
El Presidente de la JAC señala además que toda esta situación ha llevado a la aparición de inseguridad en el sector de Don Bosco y en toda la calle en general, y que se han visto parejas de habitantes de calle consumiendo sustancias alucinógenas. Indica que desde antes de la aparición del virus ya se veían perjudicados también por los robos de motos y demás pertenencias y que en especial por ese sector no se podía transitar tranquilamente.
A todo esto se suma la problemática por la pandemia del Covid, lo que viene afectando las ventas del comercio de la zona “y a pesar de eso los recibos del agua y de la energía siguen llegando y en algunos casos fueron en aumento”. Las consecuencias de esta crisis han llevado al cierre de algunos locales que se dio por cuestiones de falta de dineros para pagar los respectivos arriendos.
Ricardo Paz propietario de Florca, una tienda de barrio que se ha visto igualmente afectada en sus ventas, le contó a El Nuevo Liberal la problemática la acarrean desde hace varios años ya, pues habla sobre unas tuberías que se instalaron y que a raíz de esto empezaron a tener problemas con la estabilidad en los cimientos de cada una de las casas del sector.
“El problema viene de mucho tiempo atrás porque de estos terrenos sacaban barro para hacer ladrillo, entonces el relleno que se les hizo no fue el adecuado, luego instalaron una tubería que afectó esto e hizo que aparecieran derrumbes por debajo del asfalto”, resaltó el tendero.
Además dice que su negocio también ha sufrido consecuencias después de la no terminación de estas obras, “Nosotros tuvimos que cerrar porque quebramos y tuvimos que hacer un crédito para poder volver a empezar, desde hace quince días”, resaltó.
Por otro lado Andrés Guerrero, administrador del asadero y restaurante Primero de Mayo, dice que la obra cumple aproximadamente dos años en el mes de octubre del presente año y aún no está terminada. “Nosotros tenemos un negocio que tiene 35 años y se ha visto afectado por la carrera octava y por la calle 17, a pesar de eso nosotros hemos seguido trabajando pero las ventas ya no son iguales”, recalcó.
Resalta que han bajado las ventas en un 50% y que se ha visto afligidos por el mal impacto en la imagen hacia su clientela, pues dice que la calle se ve bastante deteriorada, que hay bastantes huecos y además hace que se aumente la inseguridad con los habitantes de calle que consumen sustancia psicoactivas.
El administrador anota que no han tomado medidas frente a esta situación, que en este negocio se limitan a seguir trabajando y a esperar qué solución le pueden dar desde el municipio.
Andrés hizo la invitación para que las personas se acerquen a su negocio “siempre tratamos de mejorar en nuestros productos, brindarles un gran servicio, y que estamos para servirles”, mencionó.