La peregrinación en honor a la Niña María de Caloto, se celebra todos los años el 8 de septiembre.
Por: Leidy Capote López
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ocas influencias son de tan largo alcance en Colombia como la religión y la fe. La antigua fiesta que en honor de la Niña María se celebra en los primeros días de septiembre (7, 8 y 9), en Caloto, al norte del departamento del Cauca, constituye la manifestación religiosa más importante del municipio.
La fiesta que, según fuentes escritas, viene celebrándose ininterrumpidamente desde el año 1721, es un acontecimiento colectivo de carácter religioso, hoy día de escasas manifestaciones profanas.
Respecto de la fiesta, esta se encuentra en una lista indicativa de manifestaciones culturales inmateriales, propuesta que, por su valor social y cultural, desde febrero de 2010 ha sido considerada por el Consejo Departamental de Patrimonio del Cauca, para su declaratoria a nivel departamental, pero hasta ahí se llegó.
Sin embargo, como bien es sabido, el mundo es dinámico y las cosas cambian, lo religioso, lo social, al igual que las costumbres y tradiciones. Es por ello que resulta indispensable la educación y formación desde diferentes espacios: ciudadano, escolar, oficial, desde los grupos interesados en estos temas, no solo locales, también de investigadores y estudiantes de educación superior, para evitar que estas celebraciones tradicionales vayan quedando en el olvido con las nuevas generaciones.
Cabe resaltar que esta importante fiesta religiosa es celebrada por los católicos en Oriente desde el siglo V y en Occidente fue introducida posteriormente, hacia el siglo VII. En Roma, la fiesta se celebraba con una procesión en la que se iban recitando las letanías a la Virgen y que concluía en la Basílica de Santa María la Mayor. En Caloto se realizan una serie de actos simbólicos en honor a la Niña María, durante los días previos al 8 de septiembre, danzas, interculturalidad, juegos pirotécnicos y municipios caucanos invitados, son algunas de las muestras que disfrutan grandes y chicos.
Asimismo, la parroquia San Esteban de Caloto y la organización Caloto Cultural, presentan a propios y visitantes, por segundo año consecutivo, una exposición de imágenes obras de arte, ornamentos, vestuarios y otros relacionados con el culto religioso, esto bajo el nombre Niña María de Caloto, Historia y Tradición.
Esta iniciativa ha sido bien recibida por la ciudadanía caloteña y se proyecta a la posibilidad de organizar a futuro un museo, que garantice la conservación adecuada de todo lo valioso que se tiene, así como su incremento. La exposición se está llevando a cabo en la llamada Casa Pastoral localizada al costado sur de la plaza principal, declarada, junto con la iglesia San Esteban, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1972, mediante la Ley 18 de ese mismo año (Artículo 2º).
En diálogo con El Nuevo Liberal, Reinaldo Valencia, quien es fotógrafo hace más de 25 años, Gestor Cultural, con experiencia en organización de archivos, digitalización de documentos históricos y fotográficos, indicó: “la exposición temporal es organizada por la Parroquia San esteban de Caloto y ha sido programada desde el 4 hasta el 10 de septiembre en los salones de la Casa Pastoral, La exposición contiene entre objetos, ornamentos litúrgicos y la presentación de una veintena de carteles con documentos e imágenes fotográficas que dan cuenta desde el origen y tradición de la fiesta desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, que en su conjunto muestran valiosos momentos de la vida religiosa y relaciones sociales de Caloto y la población”.
Es importante resaltar que, la exposición y puesta en marcha del temporal museo religioso ha sido gracias al arduo trabajo de Olga Osorio, Wilson Potes y Cesar Julio Aguirre, quienes han sido los artífices del espacio para este año, por supuesto, bajo la mirada vigilante de José Jeison Velasco Muñoz, cura párroco de Caloto.
Finalmente, con la participación de propios y visitantes de diferentes lugares de la región, incluso del país, se espera seguir fortaleciendo esta importante celebración que hace un llamado a la armonía, al cese de guerras y por ende a la paz que tanto necesita el Cauca para progresar y dar a conocer la riqueza cultura que lo rodea.
“Deseo que esto cause un efecto multiplicador en la localidad, se espera, esta iniciativa se constituya en un estímulo y el primer paso de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la comunidad y la región, lo que comprende el fortalecimiento, recuperación, preservación, protección, promoción, valoración, transmisión y divulgación de esta fiesta colectiva”, puntualizó Reinaldo Valencia.