Feligreses de Cajibío acompañaron la celebración de la fiesta patronal de San Juan Bautista.
Redacción El Nuevo Liberal.
En el municipio de Cajibío, centro del departamento del Cauca, se realizó la celebración de la fiesta patronal de San Juan Bautista, en la que su comunidad participó alegremente, de la santa Eucaristía y la procesión con el patrono de la feligresía católica. El evento religioso fue acompañado por la ‘Banda Rítmica por La Paz’.
San Juan Bautista nació a finales del Siglo I A.C. en Ein Karem, Reino de Herodes (Israel). Fue hijo del sacerdote judío Zacarías y de Isabel, prima de María, madre de Jesús de Nazaret. Desde su nacimiento fue nazareo (entre los judíos, el que mediante un voto nazareato, se consagra a Dios).
Predicador
Vivió su juventud dedicado a la penitencia y a la oración, y el resto de su vida a la predicación en el desierto de Judea. Venerado como un importante personaje religioso en el cristianismo, el islam y el behaísmo.
Por su parte, los cristianos creen que tuvo un papel específico encomendado por Dios para que fuera precursor de Jesús, que era el mesías anunciado. Según el Nuevo Testamento, Juan anunció su venida.
San Juan Bautista es mencionado en los cuatro evangelios canónicos (escritos neotestamentarios de carácter evangélico, redactados probablemente en el siglo I y admitidos en el canon o lista de libros aceptados por las Iglesias cristianas en general).
Hacia los treinta años predicó penitencia en los alrededores del río Jordán ante la inminente llegada del Mesías y bautizó a los penitentes con agua como símbolo de purificación.
«He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él’. Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo», San Juan Bautista.
Decapitación y muerte
Durante una celebración, Herodes prometió a Salomé, hija de Herodías, lo que quisiera a cambio de un baile. Esta, aleccionada por su madre, pidió la cabeza del Bautista. El rey, que había dado su palabra, se lo concedió y mandó a una de sus guardias que le trajese la cabeza de Juan. Tras decapitarle, el guardia la trajo en una bandeja y se la entregó a la joven.
Sus discípulos recogieron el cadáver y lo enterraron. San Juan Bautista murió entre el 31 y el 36 D.C. en Maqueronte, Jordania. Aparece representado en la imaginería religiosa vestido con una piel de cordero, llevando un bastón y un pergamino con las palabras Ecce Agnus Dei “He aquí el cordero de Dios”.
De esta manera, el Presbítero Álvaro Muñoz Molano, párroco de Cajibío agradeció a toda la comunidad católica por su participación en el evento religioso, pues es una manera de ratificar la fe a Dios.