Con proyecto que busca sustituir cultivos ilícitos por quinua, cultivadores del resguardo indígena de Pancitará, municipio de La Vega, en el Cauca, pasaron de sembrar amapola a desarrollar cinco productos derivados de la quinua, próximos a salir al mercado.
Con proyecto que busca sustituir cultivos ilícitos por quinua, cultivadores del resguardo indígena de Pancitará, municipio de La Vega, en el Cauca, pasaron de sembrar amapola a desarrollar cinco productos derivados de la quinua, próximos a salir al mercado.
Con el propósito de promover procesos de producción que ayuden a mitigar el impacto ambiental negativo y a estimular el crecimiento económico de las comunidades en sus territorios, el Grupo de Investigación en Categoría A1 de Minciencias Biotecnología, Calidad Medioambiental y Seguridad Agroalimentaria –Bicamsa- del Programa de Química de la Universidad del Cauca, acompaña el proyecto que presentó el resguardo indígena de Pancitará, ubicado en la Vega (Cauca), para participar en la convocatoria “A Ciencia Cierta. Circula Saberes, Teje Oportunidades”, que abrió el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación –Minciencias-, para sustituir cultivos ilícitos como la amapola para producir quinua.
De acuerdo con Aura Teresa Palacios, docente del programa de Fonoaudiología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Cauca, esta población del Cauca, a la fecha ha obtenido cinco productos que están próximos a salir al mercado y que hacen parte de esta convocatoria que se desarrolló en tres etapas: 1. Enviar la propuesta por escrito, 2. La evaluación por parte de expertos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la 3. Que es la actual, es la votación pública a nivel nacional.
De las 33 experiencias que se presentaron al concurso, la de este resguardo ocupó el segundo lugar a nivel nacional y pasó entre las 19 escogidas para la final; de estas, solo se escogerán 17. En el departamento del Cauca, hay cuatro experiencias seleccionadas, pero solamente la del resguardo de Pancitará cuenta con el apoyo de grupos de investigación de la Universidad del Cauca.
Para lograr su propósito, esta población del macizo colombiano requiere el voto de la comunidad universitaria y de los colombianos, a fin de obtener la mayor votación y pueda así, ser elegida por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, entidad que le otorgará a la propuesta ganadora $100 millones de pesos, para que continúe con el desarrollo de esta experiencia, afirmó la profesora Palacios, quien adelanta el doctorado en Ciencias Ambientales.
Para llevar a cabo ese proceso, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el pasado 28 de julio abrió una plataforma que estará habilitada hasta el 29 de agosto de 2022, para la votación de los proyectos. Si la experiencia que apoya la Universidad del Cauca, obtiene una destacada posición, pasa a la última etapa, lo que es muy importante para visibilizar a la comunidad de dicho resguardo, tanto a nivel nacional como global, para que se pueda posicionar y contar con mayores recursos para construir un mejor futuro. Además, el grupo de investigación Bicamsa, liderado por la profesora Maite del Pilar Rada de Unicauca, apoya el desarrollo tecnológico y los procesos del proyecto para que este resguardo pueda sacar al mercado los productos a base de quinua.
En tal sentido, Claudio Raúl Bernal, investigador en el área de biotecnología alimentaria, indicó que desde el año 2010, se hizo la transición a los cultivos lícitos, basados en productos que pudieran generar mayor valor y riqueza. Hay una premisa que formulamos en su momento y es que la sustitución de cultivos se logra a través de la CTI; deberíamos cambiar el modelo de transformación de los productos que de manera convencional se comercializan, buscando mercados de mayor exigencia en conocimiento, por lo que la propuesta de Pancitará es la transformación del cultivo de la quinua, que es el modelo que como producto permite técnicamente ser fraccionado y buscar diferentes aplicaciones.
Por su parte, Cristián Danilo Gómez Mamián, comunero del resguardo de Pancitará, dijo que el beneficio de este proyecto se logra a través de la transición del cultivo ilegal de la amapola, que aún está latente en el resguardo y los hermosos cultivos de quinua que vemos ahora, con los colores que tiene y destellos que son diferentes; ya no está asediado por mafias, sino que ahora es un control territorial que puede hacer cualquier comunero,” indicó.
Finalmente, la profesora Maite del Pilar Rada, adscrita al Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y de la Educación de la Alma Máter, manifestó que desde su grupo de investigación Bicamsa, se integró a las propuestas de apropiación social del conocimiento y con las comunidades trabajan en apoyo social, tecnológico e investigativo desde la academia.
“Nos vinculamos a este proyecto porque la quinua es un pseudo-cereal que tiene unas propiedades nutritivas muy importantes y se ha utilizado para la alimentación infantil en muchos ámbitos en nuestro Departamento. El propósito es mostrar la transformación de esos productos de origen y lo que se puede hacer con ellos, eliminando los cultivos ilícitos y transformando nuevos cultivos que tienen otros beneficios”, puntualizó la docente.