El trancón de Rosas acelera unión de Cauca, Valle y Nariño

Por: Felipe Solarte Nates

A diferencia de paisas, costeños y cundiboyacenses, políticos y empresarios del suroccidente colombiano, han gestionado proyectos para sus departamentos y no para su región.

Del suroccidente colombiano el departamento del Cauca es el más atrasado, con las peores vías, bloqueándose entre ellos el trámite de proyectos, antiguos caciques como Aurelio Iragorri y Víctor Mosquera. Después Temistocles Ortega y Luis Fernando Velasco, quienes al fin se unieron respaldando al presidente Petro.

A lo largo de sucesivos gobiernos el departamento del Valle logró moderna red de autopistas que lo cruzan y comunican con el norte y centro del país, aunque aún no hayan podido terminar la doble calzada y corredor férreo al puerto de Buenaventura. Los nariñenses mejoraron el tramo de la Panamericana desde la frontera con el Cauca hasta Pasto, pasando por Chachagui, cunetan con vías asfaltada hasta Tumaco y acaban de inaugurar la doble calzada Pasto-Ipiales-Rumichaca. 

En otras regiones del país, unidos los gobiernos departamentales, políticos de diferentes partidos y empresarios, lograron que la Nación apruebe y financie proyectos de dobles calzadas, modernos túneles y grandes viaductos, comunicando el centro, oriente, eje cafetero, Antioquia y la costa atlántica, siempre mirando al norte; mientras tienen congelado hace 44 años al proyecto de la variante Timbio-El Estanquillo, que en un tramo inicial de 27 kilómetros, desde Popayán acortaría en hora y media el viaje a Pasto, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.

Imagen tomada de internet

Se olvidan de los beneficios de todo tipo que por sinergia obtendrían sí, por ejemplo, a la Panamericana la vieran como la arteria principal que les da vida y que no sólo tiene que ser mejorada a su paso por la planicie del Valle y las montañas de Nariño.  También desde Popayán a Remolinos, en el Patía, donde es una auténtica trocha y cuello de botella con el corcho adentro.  Además, sufre las consecuencias de la falla del Romeral, que cuando no se traga entre el barro la calzada, la tapona con gigantescos derrumbes potenciados por el invierno sin fin que sufrimos hace dos años.

Los vallecaucanos no quieren aceptar, que el puerto de Buenaventura, por más que lo draguen, es incapaz de recibir los grandes buques que pudieron pasar con la ampliación del canal de Panamá y que por sus condiciones naturales, el sitio más indicado para la construcción del puerto de aguas profundas es Tumaco, y que mientras éste no se construya, a grandes costos y  demoras, en tractomulas,  transportarán mercancías desde los puertos de aguas profundas que ya habilitaron ecuatorianos y peruanos.

Su mentalidad de comerciantes de parroquia los hace lamentarse por perder un millón de dólares diarios por sus exportaciones al Ecuador y por los 364.000 litros diarios de leche cruda que no llegan de Nariño a las plantas procesadoras del norte del Cauca y Valle; pero no dimensionan la multiplicación de proyectos, empresas y proyectos que florecerían en todo el suroccidente colombiano, sí, además de la variante Timbio-El Estanquillo, terminan la construcción de la doble calzada Popayán-Quilichao y en el Cauca, mediante convenios con el departamento y municipios mejoran y aseguran mantenimiento a vías secundarias y terciarias; y  desde El Tambo y Argelia, continúan la construcción de la carretera al mar y a Tumaco lo convierten en moderno puerto de aguas profundas.

Popayán y Cali quedaría una y media hora de viaje y con la construcción de la variante Timbio-El Estanquillo, de Cali a Pasto y viceversa, de 4 y media a cinco horas y Quito a 8 horas.

Claro está que no se podrán adelantar obras, mientras los diversos grupos armados se roben y destruyan maquinaria e interrumpan los estudios: geológico, ambiental, socio-económico y de ingeniería de los proyectos, incluyendo factores como la influencia de fallas geológicas como la del Romeral y de los cercanos volcanes Puracé y Sotará, según expresa el ingeniero Juan de Dios Cisneros, en radio 1040; más la deforestación y colonización desbordada incentivada por el narcotráfico y la minería ilegal que desestabiliza montañas, contamina y altera el cauce de los ríos y con las lluvias prolongadas abona el terreno para movimientos en masas como el de Rosas que taponó la panamericana y futuras avalanchas e inundaciones.

Superando el pasado deprimente, es esperanzador que el gobierno del presidente Petro, en su visita a Rosas, además de la compra de fincas para reubicar a las familias que perdieron sus parcelas y viviendas, anunció la construcción de la doble calzada Popayán-Pasto. Para concretar la oferta, el 18 de enero se reunieron en la Cámara de Comercio de Popayán, el gobernador del Cauca, dirigentes de gremios empresariales y congresistas caucanos para gestionar la pronta construcción de la variante Timbio-El Estanquillo, partiendo de los estudios y gestiones adelantados hasta el momento y con dineros de la Nación, mientras a futuro estructuran una concesión y también para discutir proyectos conjuntos que beneficien al departamento del Cauca.

Además es alentador, que el 19 de enero, en Cali, se reunieron con el ministro de Transporte voceros de los gobiernos seccionales, de los gremios y las bancadas parlamentarias de los departamentos del Valle, Nariño y Cauca, para actuar unidos en la solución a los trancones de movilidad en la carretera Panamericana que cruza los tres departamentos, y para discutir el apoyo a otros macro-proyectos que potencien el desarrollo del suroccidente colombiano y lo integren al centro y norte del país y con Suramérica. 

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