Además de rechazar las continuas violencias efectuadas a miembros de su organización, ratificar su apoyo a las políticas del actual gobierno y denunciar el recrudecimiento de la violencia en el departamento, el CRIC anuncia el desarrollo de una marcha pacífica el próximo 15 de noviembre.
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Redacción El Nuevo Liberal
n menos de 1 mes, 5 personas pertenecientes y/o vinculadas al Consejo Regional Indígena del Cauca se han visto violentadas; todo empezó con la desaparición de la enfermera Diva Díaz, el posterior asesinato de la tesorera Yeimy Chocué, el atentado contra la senadora Aida Quilcué, y el reclutamiento forzado de dos jóvenes indígenas, quienes fueron encontrados sin vida. Estas acciones que se están tornando sistemáticas tienen en alerta máxima a la consejería mayor del movimiento y a la guardia indígena, quienes a pesar de sus esfuerzos por hacerle frente a estos ataques para mantener la paz y armonía de sus territorios, acuden a la instancia más significativa de su trayectoria sociopolítica: la movilización social.
Tal como lo expresó el consejero mayor, Ancizar Majín, el CRIC está haciendo un llamado a todas las organizaciones sociales, indígenas, afros y campesinas a que el próximo martes, 15 de noviembre, se tomen las calles para hacer sentir su rechazo y preocupación ante las masacres, asesinatos selectivos, secuestros, atentados y reclutamiento forzado que no solo está padeciendo la población indígena, sino que también se está experimentando en la zona urbana y rural del departamento.
Lo que la consejería del CRIC denomina como una cooptación a los liderazgos femeninos, los cuales, de un tiempo para acá, han cobrado mayor relevancia y participación al interior de la organización, es el punto que mayor preocupación está generando en el departamento, donde además, en lo que va corrido del 2022, 110 líderes y lideresas sociales y ambientales, por ello, la movilización que también busca articular a otros actores y movimientos sociales importantes, es el mecanismo idóneo para rechazar el recrudecimiento de la violencia en nuestro territorio y dialogar en torno a qué medidas se van a llevar a cabo para mitigarla.
De igual forma, además de ratificar su deber con la defensa del territorio, la vida, el pueblo y las organizaciones, esta marcha busca ratificar el compromiso que esta y otras organizaciones sociales tienen con el país y la necesidad de un cambio estructural, por lo que respaldan la reforma tributaria y agraria como ese primer paso hacia la equidad. Por su parte, la guardia indígena expresó que históricamente las movilizaciones han sido el mejor mecanismo para visibilizar lo que sucede en los territorios, así que continuará siendo su mecanismo de lucha y resistencia más grande.
Desde esta semana se está extendiendo la invitación a diversos sectores sociales del departamento para que puedan participar no solo en las actividades del 15, sino también en la toma cultural que se desarrollará, tentativamente, en la Arcada de la Herrería, donde a través del diálogo, la cultura y el arte, las comunidades se expresarán y establecerán una ruta de acción para hacerle frente a la violencia.
La senadora Aida Quilcué hizo presencia en el espacio y ratificó su compromiso con la construcción de paz “Una vez más, creo que es fundamental seguir protegiendo nuestras vidas, sabemos que nosotros le servimos más al país estando vivos que muertos; muchos de los líderes han ofrendado su vida, al igual que nuestras autoridades y la guardia indígena, y realmente lo lamentamos mucho”, comentó además que su esquema de seguridad está siendo reforzado desde el Estado y su Resguardo Indígena.
Quilcué, quien ha sido una defensora incansable de la paz y el gobierno propio, destacó la necesidad de adelantar la propuesta que como Consejo Regional hicieron al gobierno en cuanto a los diálogos humanitarios con perspectiva de paz, “El Cauca ha sido el foco de la guerra, pero ha sido sistemático, de tal manera que este gobierno le apuesta a la paz total y a los diálogos, por eso le hacemos el llamado a los grupos armados para que se dialogue, para que se busque todos los mecanismos para salir de la guerra y del olvido estructural frente a esta propuesta de gobierno, porque no podemos seguir esperando que nuestros niños sean reclutados y sean asesinados, nuestras mujeres también, pero además, que se siga ensañando la violencia entre nosotros mismos”.
Finalmente comentó que una de las propuestas del senado y la comisión de derechos humanos es empezar a sesionar desde diferentes partes del país; ya se logró programar una sesión especial en Páez, Tierradentro, no solo para discutir las problemáticas del municipio sino de todo el departamento del Cauca, porque, como recalca, “la paz total no solo es con el silenciamiento de fusiles, sino que haya una inversión social estructural y una presencia del Estado que salde el abandono histórico”.