En la publicidad del periódico El Liberal en 1938, aparecen productos tan variados como los Cigarrillos Keptol de sabor mentolado, Cigarrillos Fama, que eran más populares, o los tradicionales Cigarrillos Piel Roja, de la Compañía Colombiana de Tabaco. El almacén de Elvio Muñoz, donde se podían encontrar estufas eléctricas y reverberos.
Autor: Andrés José Vivas Segura
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ace algunos años realicé una visita al Centro de Investigaciones Históricas José María Arboleda Llorente, con miras a buscar fuentes de información para una investigación sobre la sociedad payanesa en la primera mitad del siglo XX, y dediqué algunas jornadas a la consulta de los primeros años del diario El Liberal, más precisamente entre los años 1938 y 1946. La valiosa información hallada en sus páginas, me ayudó a comprender el ambiente de los acontecimientos propios del período estudiado y, con ellos, el clima social e institucional que experimentaron las personas de aquel entonces, sugerido por las letras impresas en un diario local, inspirado en los ideales liberales de su época.
Al hojear las primeras páginas, que son cuidadosamente conservadas por los profesionales del Archivo Histórico, se percibe el paso del tiempo en la oxidación del papel, que le otorga ese color amarillento a las hojas, ya frágiles por el agrietamiento que los dobleces le han demarcado en más de cincuenta años, y que han debido ser restauradas para su mejor preservación. El Liberal nace con el subtítulo de Diario de la Mañana, sin circulación los días lunes (como aún hoy se estila), pero en una pequeña edición de 8 páginas, cuya impresión se originó en Popayán, el 13 de marzo de 1938 (Año 1, Número 1), bajo la dirección de los doctores Paulo Emilio Bravo y Mario Iragorri Diez, y el Dr. Luis María Suárez R. en el cargo de Administrador. Se anunciaba el número 177 para contacto telefónico; tal era la numeración de los años treinta.
En cuanto a su estructura, el diario traía varias secciones, entre ellas la página principal, con las noticias de mayor trascendencia, generalmente enfocadas en la cuestión política desde la orilla Liberal, sobre las postrimerías del período presidencial de Alfonso López Pumarejo y el ascenso al solio de Bolívar de Eduardo Santos. En la sección Información Departamental, se comentaban temas como la denuncia de la comunidad de Rio Blanco, sobre la urgencia de completar la vía a La Sierra y al valle de las Papas, o la reciente instalación de la oficina de telégrafos en la ciudad de Ovejas, que llevaba la modernización a una localidad que contaba con 1.452 casas en total, entre el caserío y las veredas.
Don Alberto Gómez tenía asignada la columna de Vida Internacional, que alternaba junto a las noticias de las diferentes guerras que agitaban el panorama global, salpicado de noticias más ligeras, de interés inmediato para la sociedad payanesa, como el anuncio del primer número de la revista Catleya, bajo la dirección de doña Amalia Zambrano, editada con miras a informar a la ciudadanía sobre las celebraciones programadas para el cuarto centenario de la ciudad. Por aquellos días se publicitó ampliamente el gran concurso abierto por El Liberal a quien respondiera acertadamente a la pregunta ¿Cuántos habitantes arrojará Popayán en el censo de 1938? Los valores aventurados por los ciudadanos oscilaban entre 31.829 y 46.980 personas, cuando en realidad el censo indicó un total de 30.038 habitantes. Ignoro los detalles sobre el ganador, pero se anunciaban $8.000 en premios.
En la sección Perfiles se presentaban algunas entrevistas, como la realizada al Dr. Enrique Chaux F., Gobernador del departamento; o artículos ciertamente graciosos, como aquel que habla de las virtudes adquiridas por el entonces candidato por el liberalismo, Eduardo Santos, con ocasión de haberse afeitado el bigote. Para el fin de semana, el Hotel Lindbergh invita a la cena bailable que daría en sus salones a partir de las 10:00 pm, con la presentación del grupo musical Las Camisas Verdes, con un valor de entrada para caballeros, de $4,00.
Entre las columnas de opinión, se destaca aquella titulada Problemas del Cauca, donde se realizaban reclamos alusivos al estado de las obras de infraestructura en el departamento. Igualmente, la columna Me Parece, escrita por Silvio Márquez, que presentó en aquella primera edición bajo el subtítulo de Muladares, pastales y jardines, un escrito donde exhortaba a la Alcaldía municipal, la Junta del Centenario y la Sociedad de Mejoras y Ornato, a poner orden sobre aquellas casas con solares colindantes al río Molino, afeando la entrada norte de la ciudad, pues se hallan “abandonados y sucios”, lo cual -según Márquez- iba en contravía de hacer de Popayán una ciudad-jardín.
En la sección de Vida Social se mencionaban ciertos acontecimientos locales como: nacimientos, bautizos, festividades religiosas, personas enfermas, viajeros alojados en los hoteles, y los espectáculos del día. Por ejemplo, el Salón Popayán ofrecía una programación de Domingo Infantil a la 1:20 pm, Social a las 3:30 pm, y Nocturna a las 9:00 pm, con títulos como el drama de amor Nobleza Gitana (1937, llamada originalmente Wings of the Morning, traducida como Eso que llaman amor), que fue el primer film en Technicolor, con contenido considerado para adultos, protagonizada por Henry Fonda, Annabella y el tenor Jhon Mc Cormack; y se anunciaba la comedia musical Mis labios engañan (My Lips Betray, 1933). En el Teatro Municipal se ofrecía la película mexicana Irma La Mala (1936) y El Vengador de la Frontera (Son of the Border, 1933), con Tom Keene, ambientada en el oeste norteamericano.
El diario presentaba una sección de avisos de remate, de propiedades en litigio, así como avisos limitados con ofertas de venta y requerimientos de compra de inmuebles y demás oferta de bienes y servicios de carácter local, como aquel que decía “LO BARATO SALE CARO: SI USTED desea tener éxito en sus obras de cemento, compre arena de los Dos Brazos de la que vende ALFONSO LÓPEZ D. – Carrera 9ª. No. 71”.
En cuanto a la publicidad, aparecen productos tan variados como los Cigarrillos Keptol de sabor mentolado, Cigarrillos Fama, que eran más populares, o los tradicionales Cigarrillos Piel Roja, de la Compañía Colombiana de Tabaco. El almacén de Elvio Muñoz, donde se podían encontrar estufas eléctricas y reverberos; la Lotería del Centenario de Bogotá, con su primer premio de $300.000; o el Hotel Granada, ubicado en el N° 88 de la calle 3, entre carreras 5 y 6. Las Rentas del Cauca, que promovían la venta de licores; o la Librería Argos, que anunciaba su colección de biografías, recién llegadas, entre las cuales se hallaban personajes como Goethe, Nietzche, Marx y Engels, Freud o San Agustín. En ocasiones, la publicidad contenía imágenes sencillas.
Para el recuerdo de los lectores más mayorcitos, también se anunciaba la Mueblería BEN-HUR, la Zapatería El Indio, en la Calle de San Francisco; también estaban los servicios del Banco del Estado, y el anuncio de una bebida milagrosa llamada Pectoral San Ambrosio, usada como reconstituyente pulmonar. El Almacén Kodak y Moda París comunicaban su traslado a un nuevo local, mientras don Adán Naranjo capturaba clientes con la frase: Compre su jabón en la misma Agencia. “El Rayo X”. Para el campesinado se ofrecía NICOTINOL, recomendado como matanuches contra el zancudo en el ganado, que se podía conseguir en la Farmacia Americana del Dr. Carlos Villamil. Por último, el técnico Tomás Kichi, ofrecía trabajo garantizado para la reparación de máquinas de oficina, precursoras del computador portátil.
Podríamos extendernos durante años, en la descripción e interpretación de las noticias consignadas en un diario como El Liberal, pero el espacio no lo permite. Baste decir que, de cierta forma, cada emisión cotidiana nos presenta un corte temporal -de tipo transversal- con respecto a los sucesos de la humanidad, y revela los contextos sociales y culturales al estudioso de la historia. Es como una ventanita al pasado. Recordemos que el hoy ya será pasado, antes de que amanezca un nuevo día, y los historiadores del futuro acudirán a la prensa que se publica en este mismo instante, para reconstruir su propia visión de lo que, para ellos, será el pasado. Muchas gracias a El Liberal.