Delimitación de páramos, una herramienta para proteger estos ecosistemas

El departamento del Cauca, es el cuarto departamento del país de mayor área de páramos. Estos ecosistemas cumplen un rol fundamental a nivel ambiental y social, por eso entidades como la CRC trabajan en su protección.

Redacción El Nuevo Liberal

La consolidación de estrategias enfocadas al cuidado y preservación de los páramos en el Cauca es un tema crucial, más aún cuando en este departamento hay seis complejos de páramos y 24 municipios con presencia de estos ecosistemas. Según la Corporación Nasa Kiwe, son 284.209 hectáreas de áreas de páramo que tiene el Cauca distribuidas en los complejos: Cerro Plateado, Doña Juana – Chimayoy, Guanacas –Puracé – Coconucos, Las Hermosas, Nevado del Huila – Moras y Sotará.

En ese sentido, los páramos, además de poseer una alta diversidad de especies y hábitats, prestan importantes servicios ecosistémicos que son fundamentales para el bienestar de todos los colombianos: son reconocidos por su papel en la regulación del ciclo hídrico, pues en estos nacen las principales estrellas fluviales del país, las cuales abastecen de agua a más del 70% de los colombianos; almacenan y capturan gas carbónico de la atmósfera; contribuyen en la regulación del clima regional; son hábitat de especies polinizadoras y dispersoras de semillas y son sitios sagrados para la mayoría de culturas ancestrales.

En el año 2016, el Gobierno solicitó que la escala 1:100.000 con la que estaban mapeados los 36 complejos de páramo que tiene Colombia fuera actualizada con más detalle a 1:25.000, es por eso que desde ese año se trabaja en la delimitación de estos ecosistemas ajustada a la nueva medida.

Sin embargo, conforme a lo explicado por el Instituto Humboldt, desde hace varios años se registran altos índices de ocupación de los páramos, sobre todo en procesos productivos como la agricultura, la ganadería y en algunos casos la minería. Estas situaciones se traducen en profundas transformaciones que deterioran estos entornos, aumentan la contaminación y la invasión biológica, alteran los límites naturales de estos ecosistemas, y generan pérdida de hábitats y especies. Por eso, se hace necesario definir los límites precisos de estos ecosistemas.

En el Cauca, la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC) viene realizando un importante trabajo en lo relacionado con delimitación de páramos, actividad que permite dar continuidad a las zonificaciones, régimen de usos y planes de manejo, los cuales permiten a la autoridad ambiental proteger estos ecosistemas restringiendo y controlando los usos y actividades productivas que en ellos se desarrollen, contribuyendo para mejorando la planificación para la protección, conservación, recuperación y manejo de los complejos de páramos.

«Para nosotros como Autoridad Ambiental es de vital importancia reunir esfuerzos con la población, entidades sociales y estatales para la conservación y preservación de nuestros páramos, ya que los páramos prestan importantes beneficios ecosistémicos como la regulación del agua y los eventos extremos asociados como son las inundaciones, el ciclado de nutrientes, la captura de carbono atmosférico, la fertilidad de los suelos, entre otros que difícilmente pueden ser sustituidos o mejorados en términos tecnológicos y económicos.” Expresó el Director general de la CRC Yesid Gonzalez Duque.

Según lo comunicado recientemente por la CRC, desde esa entidad, y a partir del proyecto “Páramos Delimitados”, se ha fortalecido la regulación de estas zonas y se han emprendido estudios técnicos, económicos, sociales y ambientales, como parte del plan de manejo que se construirá para los complejos de páramos de Doña Juana – Chimayoy, Sotára, Nevado del Huila – Moras, Guanas Puracé – Coconucos. Además, este proceso apoyará al Ministerio del Interior en las consultas previas requeridas en el proceso.

Y es que distintos investigadores han explicado que delimitar un páramo va más allá de mover una línea, pues no sólo se deben tener en cuenta los parámetros ambientales —que de por sí son difíciles de obtener, debido a la altitud y lo extremo del clima—, sino también entender las relaciones que tiene la población con el lugar. De acuerdo con la periodista  María Mónica Monsalve, “decir hasta dónde llega un páramo no es sólo un reto a nivel ecológico, debido a que los ecosistemas tienen gradientes y no cambian abruptamente, sino también un reto a nivel social. Desde la colonización española hasta hoy, las zonas de alta montaña han servido como áreas de refugio y desarrollo para poblaciones indígenas y campesinas”.

Así mismo, la autoridad ambiental advirtió que entre las principales actividades antrópicas que deterioran los páramos son la ganadería extensiva e intensiva, Minería, Deforestación y Agricultura-expansión de la frontera agrícola, que ocasionan un deterioro en la biodiversidad del departamento.

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